Ayoub El Khazzani, el marroquí sospechoso de haber querido cometer una matanza en el tren Thalys Amsterdam-París, fue presentado el martes a los jueces por “tentativas de asesinatos en relación con una empresa terrorista”, entre otros cargos, anunció el fiscal de París, François Molins.

En el momento del ataque, llevaba un fusil de asalto AKM con 270 municiones, una pistola Luger y una “botella de 50 cl con gasolina”, precisó en conferencia de prensa el fiscal.

Además de ese “armamento pesado”, el hombre, de 25 años de edad, que había sido señalado por su pertenencia a un movimiento radical, viajó recientemente a Turquía, “vía posible de paso a Siria”, agregó Molins,

Regresó a Europa el 4 de junio pasado en un vuelo procedente de Antakya, ciudad turca cercana a la frontera siria.

Pese a sus declaraciones “fantasiosas” para negar toda acción terrorista, su proyecto aparece “premeditado y de objetivo preciso”, puesto que se negó a tomar los trenes precedentes en los que había lugares disponibles, y mostró una “actitud resuelta” durante el ataque.

El fiscal abrió una información judicial por los cargos de “tentativas de asesinatos en relación con una empresa individual o colectiva terrorista(…), detención, porte y transporte de armas (…), participación en una asociación de malhechores terroristas con vistas a la preparación de uno o varios crímenes” contra El Khazzani, que comparecía el martes por la tarde ante los jueces que decidirán sobre su inculpación.

Las investigaciones concernirán ahora “la procedencia de las armas” en su posesión, “su recorrido”, “las complicidades de las que gozó y sus fuentes de financiamiento”, precisó el fiscal.

El Khazzani fue trasladado el martes por la tarde al palacio de justicia de París, al que llegó descalzo y esposado, según imágenes televisadas, para ser presentado a los jueces.