Las duchas son ese instante tan especial en que cada persona se encuentra consigo misma, provocándole una especie de relajo que pocas veces al día se consigue. Pero siempre en todo orden de cosas hay una serie de mitos y verdades, y en este caso no es la excepción, pues no todo lo que gira en torno a los baños diarios es verdad.

Es una especie de ritual donde existen una serie de posturas y pensamientos, que contemplan a quienes piensan que con ducharse día por medio es lo mejor, mientras que hay otros que lo suelen hacer dos veces al día y dicen que se siente fenomenal. Sea como sea, hay una serie de hábitos que deberías tener claro para mantener de forma óptima tu piel y también tu cabello.

Frente a eso, lo más recomendable es una ducha diaria como máximo a excepción de quienes realizan ejercicio físico o van al gym; personas que necesitan acceder a tal práctica por más veces al día, donde el segundo baño debería ser rápido y sin uso de jabón.

Es por eso que antes de meterse a la ducha hay que cuidar cuatro puntos de tu cuerpo, los cuales son: pies, genitales, axilas y por último las manos. Asimismo, el dermatólogo de Doctoralia y doctor del Centro Médico Teknon de Barcelona, Didac Barco, indica en una entrevista a la revista masculina Men’s Health que “lavar el pelo cada día no hace que se caiga más. Ni la frecuencia de lavado ni el uso de cosméticos capilares (gomina, espuma, tinte) hace que el pelo se desprenda con mayor facilidad”.

Por lo que, si eres de esos hombres que desea cuidar su cabello y hacer que éste brille a diario, no es recomendable lavarlo de forma periódica, ya que con tal práctica conseguirá que esté limpio pero aumentará su opacidad.

Asimismo, todos dicen que el sudor abre los poros, sin embargo, una vez que se seca los obstruye de forma considerable, por eso es vital darse una ducha corta después del gimnasio, pero si ya lo has hecho ese mismo día evita el excesivo uso de jabón. Pero para que te bañes de la forma correcta, te indicamos los pasos que debes contemplar.

Ya sea por la mañana, por la tarde o noche, antes de irse a la ducha no debes tirar la toalla en cualquier lado ni menos aún, hacer una mala elección de ésta. Ya que, tras terminar el baño la tienes a mano, y si optas por una de un tejido suave, tal suavidad hará que tu piel no caiga en problemas propios de cuando elijes una pieza correspondiente a un áspero.

Men's Health

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Con relación a la temperatura del agua, recuerda que los extremos siempre son malos, por eso, antes de ingresar a bañarte regula que no esté ni tan caliente ni demasiado fría. Pues si te bañas con agua a altas temperaturas, la piel va a tender a resecarse más y puede fragmentarse, según afirma la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Del mismo modo, se sugiere no abusar de la esponja con jabón, ya que tanto el roce que provoca ésta, como la eliminación del sebo que producen el agua y el gel de baño, disminuyen la calidad de la barrera cutánea.

Asimismo, nunca le des menos importancia a tu espalda de lo que ésta se merece, ya que es en este sector del cuerpo donde más células muertas se acumulan y la que más difícil acceso tiene para tus manos. Por eso se exhorta a lavarla cuidadosamente, y como es un sector que cuesta acceder, lo recomendable es ayudarse de productos diseñados para ello.

Tras aplicar shampoo o jabón es vital enjuagarse bien. Por lo que, antes de tomar la toalla es vital cerciorarse de que no queden restos de espuma o gel, ya que al secarse y en pieles sensibles, pueden producir dermatitis.

Un buen secado para finalizar es lo fundamental, por lo que, la idea es enfocarse siempre en aquellas zonas donde se acumula humedad, que por lo general es entre los dedos y las axilas, ya que el empapamiento puede propiciar la aparición de hongos y no creo que te quieras despertar con algo extraño en tu cuerpo producto de un descuido.

Razones suficientes para que tengas en cuenta al momento de acceder a una ducha y así beneficiarte de lo rico que es bañar tu cuerpo.