Los presidentes de Estados Unidos y Brasil, Barack Obama y Dilma Rousseff, expresaron este martes en una declaración conjunta su decisión de actuar para garantizar este año un acuerdo ambicioso en París para enfrentar los efectos del cambio climático.

Los dos gobiernos se proponen “trabajar lado a lado y con otros socios para resolver potenciales obstáculos para un acuerdo ambicioso y equilibrado en París”, según la declaración. En el documento, Brasil se compromete a actuar para reducir a cero la deforestación ilegal en la próxima década.

De acuerdo con el documento, el resultado de la esperada conferencia COP 21 en diciembre en París “enviará una fuerte señal a la comunidad internacional que los gobiernos, empresas y sociedad civil están enfrentando con firmeza los desafíos del cambio climático”.

La Declaración Conjunta sobre Cambio Climático fue divulgada este martes durante la visita oficial que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, realiza a Washington para reuniones con Barack Obama en la Casa Blanca y que marcan el relanzamiento de las relaciones bilaterales.

“Brasil adoptará políticas que se propongan eliminar la deforestación ilegal, aliada con ambiciosas mejoras en sus stocks de carbono mediante la reforestación y la recomposición de florestas”, se lee en la declaración conjunta.

Además, el gigante brasileño se propone conseguir que su matriz energética total “alcance para 2020 una participación de entre 28% y 33% de fuentes renovables sin contar la energía hídrica”.

Por su lado, Estados Unidos pretende reducir sus emisiones para 2025 entre el 26% y el 28% respecto a los niveles registrados en 2005.

La declaración emitida este martes destaca que Brasil ya disminuyó un 41% sus emisiones con relación a las de 2005, “al tiempo que Estados Unidos ha reducido sus emisiones alrededor del 10% y está en camino de alcanzar sus metas para 2020″.