El presidente estadounidense, Barack Obama, prohibirá el uso de cierto armamento militar por parte de la policía y restringirá más rigurosamente la lista de quiénes podrán usarlo, indicó la Casa Blanca el lunes.

Esta iniciativa de Obama, que será anunciada en la jornada durante una visita a Camden, Nueva Jersey (este), busca reducir la tensión entre la población y las fuerzas del orden luego de una serie de incidentes violentos desde Ferguson (Misisipi, sur) a Baltimore (Maryland, este) tras la muerte de jóvenes negros a manos de policías.

Apoyándose en las conclusiones de un grupo de trabajo que se puso en marcha en enero pasado, las medidas quieren fortalecer la confianza entre “las fuerzas del orden que arriesgan su vida cada día y las comunidades a las que aquellas están comprometidas a proteger y servir”.

De acuerdo con la Casa Blanca, el presidente prohibirá en particular que las policías adquieran junto a las agencias federales vehículos blindados, armas de grueso calibre e incluso ciertos uniformes de camuflaje.

Según la Agencia de logística del Pentágono, el departamento de Defensa entregó en 2013 material militar, evaluado en 450 millones de dólares, a las fuerzas policiales locales, desde binoculares de visión nocturna a vehículos blindados.

Más allá de las restricciones, que se refieren a equipos raramente utilizados (el informe menciona también la prohibición de bayonetas), el Ejecutivo estadounidense quiere enmarcar más estrictamente las condiciones de compra y utilización de material más común y poner mayor énfasis en la formación.

Durante su discurso esta jornada en Camden, una ciudad con uno de los índices más altos de crímenes violentos en Estados Unidos, el mandatario explicará “algunas innovaciones puestas en marcha para ayudar a la policía a hacer su trabajo de la manera más segura y, al mismo tiempo, reducir la criminalidad”, adelantó el sábado en su alocuión semanal.

El departamento de Justicia presentará por su parte una “guía” para impulsar el uso por parte de los cuerpos policiales de cámaras incorporadas en sus uniformes.

Tras los incidentes de Ferguson en agosto de 2014, cuando un policía blanco mató de un disparo a un adolescente negro desarmado, lo que desató una ola de protestas y disturbios, Obama propuso un programa de 75.000 millones de dólares para cofinanciar, en asociación con con autoridades locales, hasta 50.000 de estas cámaras.