Alaa y Gamal Mubarak, hijos del expresidente egipcio Hosni Mubarak y símbolos de la corrupción durante los treinta años en que su padre estuvo en el poder, salieron este viernes de la cárcel en espera de un nuevo juicio, informó la prensa.

Los dos hijos, acusados de haber malversado más de 10 millones de euros de dinero público, quedaron en libertad en virtud de un dictamen judicial emitido tras el cumplimiento del período máximo de detención preventiva, informó el diario oficial Al Ahram en su página web.

Los dos se enfrentarán de nuevo a un juicio junto a su padre, derrocado en 2011 por una revuelta popular, por la malversación de más de 10 millones de euros de dinero público destinados al mantenimiento de los palacios presidenciales.

En este caso, los dos hijos habían sido condenados a cuatro años de prisión en mayo, mientras que Mubarak fue condenado a tres años de prisión. Pero tras un recurso presentado por los abogados de la familia, la Corte de Casación anuló el 13 de enero este veredicto y ordenó un nuevo proceso.

La puesta en libertad del clan Mubarak representa un dilema para el exjefe del ejército y actual presidente, Abdel Fatah al Sisi, acusado a menudo por los defensores de los derechos humanos de haber instaurado un régimen más autoritario que el de Mubarak.

Estas liberaciones tienen lugar pocos días antes del cuarto aniversario de la revuelta de 2011, que se celebra el 25 de enero.

En otro caso, los dos hijos de Mubarak están siendo juzgados por presunta corrupción bursátil.