En cuestionamiento quedó la seguridad de Gendarmería luego que una denuncia señalara que el ex brigadier del Ejército Miguel Krassnoff, condenado a más de cien años de prisión, fuera visto caminando por el hall del Hospital Militar acompañado sólo de un gendarme y sin esposas o grilletes.

La situación ocurrió el 25 de noviembre, cuando la hija de un militar en retiro y que fue víctima de apremios ilegítimos, lo reconoció mientras caminaba observando una exposición de pinturas en recinto asistencial de La Reina.

Según la denuncia, el ex brigadier estaba acompañado de un gendarme y no tenía ni esposas ni grilletes, como lo dispone el protocolo cuando un reo sale al exterior.

Consultado por el procedimiento, el ministro de Justicia José Antonio Gómez fue enfático en señalar que no existen los privilegios para ningún reo, por lo que solicitó al director de la institución que realice una investigación para ver si la situación se ajustó a los procedimientos.

Consultado por la situación, el director nacional de Gendarmería, Juan Letelier, indicó que la institución es reiterativa respecto a las instrucciones que se les da a los custodios de los reos para que no se hagan diferencias entre la población penal.

Aunque negó un error de protocolo, sí reconoció que se está realizando un sumario interno.

El ex brigadier Krassnoff, quien cumple una condena efectiva de casi cien años por delitos de homicidio, secuestro y tortura, salió del penal de Punta Peuco, cárcel donde cumple su condena, para realizarse exámenes médicos.