Se acerca el verano y más allá de la pesadilla que provoca a más de una probarse un traje de baño, existe un riesgo que muy pocas conocían al momento en que nos probamos un bikini en una tienda.

Todos los trajes de mujeres vienen con un pequeño protector de plástico desechable que trata de evitar el contacto con fluidos y otros gérmenes. Pero lo que muchas no saben es la contaminación potencial de dicha tira, ya que puede contener materia fecal y una gran variedad de bacterias.

Según consigna The Huffington Post, a pesar de que algunas empresas incluyen una política de devoluciones específica cuando se trata del cambio de la prenda con el protector intacto, esto no tendría mucho sentido.

Desde la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, el doctor Philip Tierno, realizó una investigación sobre la microflora y las secreciones humanas encontradas en diversas prendas de ropa nuevas, desde ropa interior hasta vestidos.

El profesor clínico de microbiología y patología, indicó que descubrió que el plástico contenía bacterias de la piel, del tracto fecal y respiratorio, además de organismos vaginales, entre ellos, hongos. Esto según indicó ocurre porque muchas mujeres confesaron haberse quitado la ropa interior para probarse el bikini, lo cual aunque la próxima persona no lo haga, queda en el género.

“No todo el mundo lo hace, pero algunas mujeres no son conscientes de que la tira no es tan protectora como creen”, agregó Tierno.

“Aunque a menudo se recomienda a las mujeres que se dejen la ropa interior puesta para una mayor protección, muchas se la quitan para ver cómo les sienta en realidad el traje de baño. Y cuanto más escueto sea el bañador, más probable es que una mujer se quite la ropa interior para probárselo”, señaló el experto.