El grupo radical Estado Islámico (EI) reivindicó este domingo en un vídeo la decapitación del rehén estadounidense Peter Kassig, secuestrado en 2013 en Siria, y de al menos 18 soldados del ejército del presidente sirio, Bashar al Asad.

El órgano mediático de grupos radicales Al Furqan difundió en foros yihadistas este vídeo, de unos quince minutos de duración.

El presidente estadounidense Barack Obama confirmó el domingo la muerte de Kassig, también conocido como Abdul Rahman Kassig, y consideró el crimen perpetrado por el grupo yihadista Estado Islámico un acto de “pura maldad”.

A modo de introducción, la filmación del EI comienza recordando el nacimiento del grupo en Irak como filial de Al Qaida y su implicación en la guerra de Siria.

A continuación, muestra la ejecución de los soldados sirios y, finalmente, la decapitación del estadounidense.

“Es Peter Edward Kassig, un ciudadano estadounidense de vuestro país”, afirma un hombre enmascarado vestido de negro de pie junto a una cabeza cortada, que vincula la ejecución al envío de consejeros militares estadounidenses a Irak para ayudar a las tropas iraquíes.

El acento británico del verdugo podría indicar que se trata de “yihadista John”, apodado así por la prensa anglosajona por su supuesta procedencia geográfica y presunto asesino de los estadounidenses James Foley y Steven Sotloff.

Kassig, trabajador humanitario de 26 años originario de Indiana (Estados Unidos), fue secuestrado en 2013 en la provincia siria de Deir Ezzor, cuando ayudaba en hospitales a sirios que huían a Turquía y Líbano. Tras su captura, se convirtió al islam.

Aunque el joven había sido soldado en Irak, posteriormente abandonó el ejército y fundó una ONG, “Special Emergency Response and Assistance” (SERA), si bien en el vídeo solo se menciona su pasado como militar.

Kassig es el tercer rehén estadounidense cuya ejecución reivindica el EI, después de los periodistas James Foley y Steven Sotloff. El joven ya había aparecido al final del vídeo del asesinato del trabajador humanitario británico Alan Henning el pasado 3 de octubre, en el que los yihadistas aseguraron que era el siguiente en la lista.

Las primeras reacciones internacionales al vídeo no se han hecho esperar.

Obama tras confirmar la muerte del rehén estadounidense, añadió que “Abdul Rahman nos ha sido arrebatado en un acto de pura maldad por un grupo terrorista que el mundo entero considera, con mucha razón, inhumano”.

Las declraciones de Obama se dieron en un comunicado a bordo del avión presidencial Air Force One, durante su vuelo de regreso a Estados Unidos de una gira asiática.

“Hoy presentamos nuestro pésame y nuestras plegarias a los padres y a la familia de Abdul Rahman Kassig, también conocido como Peter”, escribió Obama.

“Mientras el grupo Estado Islámico mata a inocentes, incluidos musulmanes, siembra la muerte y la destrucción, Abdul Rahman era un trabajador humanitario que trabajaba para salvar las vidas de sirios heridos y desamparados por el conflicto en Siria”, añade el texto.

Las acciones de esta organización “no representan ninguna fe, y sin duda no representan la fe musulmana que Abdul Rahman había adoptado”, agregó el presidente en referencia a la conversión al islam del estadounidense ejecutado.

El primer ministro británico, David Cameron, dijo sentirse “horrorizado” por el “asesinato a sangre fría” de Peter Kassig, mientras que su homólogo francés, Manuel Valls, condenó un “nuevo acto de barbarie”.

Los padres de Kassig dijeron esperar la confirmación de la muerte de su “querido hijo” tras el anuncio de su decapitación.

Al menos 18 soldados decapitados

En la misma grabación difundida este domingo, se muestra a combatientes del EI decapitando de forma simultánea a 18 hombres presentados como soldados del ejército sirio. En el momento de las ejecuciones, el nombre de la región de Dabiq se muestra a la derecha de la pantalla.

Acusado por la ONU de crímenes de guerra y contra la humanidad, el grupo EI es responsable de atrocidades cometidas en las vastos territorios bajo su control en Siria y en Irak, donde declaró un califato.

Para ayudar en la lucha contra los yihadistas, Estados Unidos promovió la creación de una coalición internacional, que bombardea posiciones del EI en ambos países.

Desde la cumbre del G20 en Brisbane (Australia), el presidente estadounidense, Barack Obama, rechazó una alianza con el régimen sirio, para combatir al EI, ya que debilitaría la coalición internacional. “Asad mató sin compasión a cientos de miles de sus ciudadanos”, subrayó.

El EI lanzó una ofensiva a mediados de septiembre contra Kobane. Tras apoderarse de decenas de localidades, los yihadistas llegaron el 6 de octubre a las puertas de esta ciudad, provocando la huida de decenas de miles de habitantes hacia la vecina Turquía.