El gran problema en cualquier orden de la vida siempre son las expectativas. Si de amor se trata, cuando empieces a conocer a alguien, en lo posible deja de lado tus expectativas.

Así lo recomienda la experta en relaciones de Match.com, Valeria Schapira, quien indica que la “mayoría de los traspiés en los vínculos –de amistad, de pareja, de trabajo– se deben a nuestras expectativas, como dice el diccionario a ‘la esperanza de conseguir o realizar algo grande’”.

“Solemos proyectar en otras personas nuestros deseos incompletos, nuestros sueños más valiosos, nuestras ganas, por no hablar de nuestras frustraciones. Un ejemplo típico de expectativas desmedidas en materia sentimental es cuando alguien dice estar buscando a su ‘media naranja’ como si la otra persona que llegue a su vida pudiera llegar a completarla y a darle el brillo que anhela”, añade.

Schapira afirma que “cuando hablamos de amor de pareja, de construir de a dos, es muy sano pensar en un compañero de vida, alguien que venga a nutrirse en la interacción y junto a quien podamos crecer”.

“En lugar de depositar energía en expectativas que pueden llegar a ser irrealizables, puedes canalizar tus ganas de estar de a dos de manera eficiente”, aconseja.

Para ello, Valeria recomienda reemplazar estas expectativas por algo más concreto.

- Haz tu lista de deseos. Plantéate qué tipo de persona estás buscando para compartir tu vida, con qué tipo de personalidad, con qué proyectos. Y fundamentalmente, qué te gustaría compartir con esa mujer o ese hombre.

Sé agradecido. Cuando somos agradecidos, solemos encontrarnos con muchas bendiciones y relaciones satisfactorias. Piensa que si aún no encontraste al amor que soñabas, debe estar al llegar. Cuando agradecemos a la vida por todo aquello que siempre habíamos dado por hecho, salud, trabajo, etc., lo que estamos anhelando nos espera a la vuelta de la esquina.

- Piensa en todo aquello que estás en condiciones de dar a tu nueva pareja: redescúbrete, piensa en todos aquellos rasgos que hacen de ti esa persona especial que eres. Valórate, date una palmada en el hombro y reconoce el camino recorrido. Para construir vínculos sanos, primero tenemos que querernos a nosotros mismos.

- Cuando recién comienzas a salir con alguien, deja fluir la relación. Si en la primera cita ya te imaginas casado, con hijos, perro y pileta, seguramente transmites tu ansiedad a la otra persona.