Sesenta y nueve soldados de las fuerzas especiales canadienses están actualmente desplegados en el norte de Irak para ayudar a las tropas de Bagdad a perseguir a los yihadistas de la organización Estado Islámico (EI), afirmó el martes el primer ministro Stephen Harper.

Harper había anunciado el 5 de septiembre el despliegue de “varias decenas” de militares en Irak “para brindar asesoramiento y asistencia” al Ejército iraquí.

La oposición le exigió a Harper que fuera más preciso, y éste declaró el martes ante la Cámara de los Comunes que “el número (de efectivos de las fuerzas especiales en el terreno) es actualmente de 69″.

La misión estaba prevista originalmente por “un período inicial” de un mes pero podría ser prolongada.

Los canadienses suministrarán, junto a los estadounidenses, “asesoramiento estratégico y táctico a las fuerzas iraquíes antes de que éstas emprendan operaciones tácticas contra el EI”, explicó Harper.

Además del despliegue de tropas especiales, Ottawa también suministró equipamiento militar a los combatientes kurdos del norte de Irak y a los militares iraquíes.