El primer ministro iraquí Haidar al Abadi anunció el sábado que había ordenado el fin de los bombardeos de las zonas con civiles para minimizar las pérdidas humanas, incluso en las regiones que están bajo control del Estado Islámico (EI).
“Ordené a la aviación iraquí que cese (los) bombardeos de zonas (pobladas) con civiles, incluidas las ciudades controladas por el EI”, indicó.
“Pero el gobierno no cejará en sus esfuerzos para cazar a los miembros del EU allá donde estén” añadió Abadi, que hizo sus declaraciones durante una conferencia en apoyo a centenares de miles de iraquíes desplazados por la violencia.
Su predecesor, Nuri al Maliki, fue criticado cuando autorizó los ataques aéreos en zonas densamente pobladas, para intentar expulsar al EI de las regiones que consiguió dominar desde el inicio de su ofensiva fulgurante en junio.
Human Rights Watch denunció a finales de julio los “terribles balances” de esos bombardeos gubernamentales y exigió que dejaran de utilizarse los barriles cargados de explosivos.
El enviado especial de Naciones Unidas en Irak, Nickolay Mladenov, saludó el anuncio de Abadi. “Irak se enfrenta a una inmensa catástrofe humanitaria (…) que debería ser resuelta con el respeto a los derechos humanos” declaró el sábado.
Uno de los principales partidos sunitas del país, Mutahidun, saludó igualmente la decisión del nuevo primer ministro, y subrayó que alentaba a los habitantes de las zonas sunitas a luchar contra el EU.