El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo este jueves que no habrá ataques aéreos inmediatos en Siria, y explicó que Washington aún estaba diseñando una estrategia para el conflicto en ese país.

“No quiero poner la carreta delante de los bueyes. Aún no tenemos una estrategia”, declaró Obama a periodistas, a quienes explicó que Estados Unidos “no tiene por qué elegir” entre el presidente sirio, Bashar al-Asad, y los combatientes yihadistas radicales del Estado Islámico (EI).

“Necesitamos un proyecto claro”, señaló Obama con la promesa de consultar con el Congreso sobre este tema.

El gobierno de Obama, que evoca desde hace días la posibilidad de ataques aéreos en Siria, está en una posición difícil, ya que Washington y Damasco serían aliados en este caso en contra de un enemigo común.

“Continuaremos apoyando a la oposición moderada porque debemos ofrecer al pueblo de Siria una alternativa a Asad o al EI”, destacó Obama, quien juzgó que el dirigente sirio había perdido “toda legitimidad” en el escenario internacional.

“No veo ningún escenario en el que Asad sería capaz de una forma u otra llevar la paz a una región que es predominantemente sunita. Hasta el momento nunca ha demostrado su voluntad de compartir el poder con ellos o buscan un acuerdo “, agregó el mandatario.

El ejército estadounidense ha llevado a cabo cientos de ataques aéreos en el norte de Irak desde el 8 de agosto contra posiciones de radicales. Estas huelgas han permitido que el ejército iraquí y las fuerzas kurdas vuelvan a tomar la estratégica represa de Mosul estaba en manos de los yihadistas.

El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general Martin Dempsey, consideró que los yihadistas pueden “ser derrotados”, siempre que también se centre la atención en Siria y no sólo en Irak.