El ejército paquistaní anunció este martes que mató al menos a 48 rebeldes islamistas en ataques aéreos en zonas tribales del noroeste del país, fronterizo con Afganistán.

Por la mañana, la aviación bombardeó unos presuntos campamentos de insurgentes en Jyber y Waziristán Norte, epicentro del movimiento islamista en la región. Murieron 18 insurgentes, según un comunicado castrense.

Los helicópteros mataron a “otros 30″ rebeldes en otros ataques en Waziristán Norte, elevando el balance de insurgentes muertos este martes a 48, según el ejército.

Los ataques se produjeron en zonas remotas cerradas a la prensa extranjera, por lo que no se ha podido verificar esta información con una fuente independiente.

Según fuentes de la seguridad, los bombardeos en el pueblo de Madda Jel, en Waziristán, destruyeron una residencia de Hafiz Gul Bahadur, un señor de la guerra vinculado a los talibanes y a Al Qaida, que desde hace años tiene no obstante un pacto de no agresión con el poder.

Precisamente, el comandante Bahadur había dejado su residencia antes del bombardeo, precisaron las fuentes de seguridad.

Las fuerzas paquistaníes lanzaron a mitad de junio una campaña contra los talibanes paquistaníes y sus aliados en la zona tribal de Waziristán Norte, poco después de un ataque islamista contra el aeropuerto de Karachi (sur) que costó la vida a 37 personas.

En la operación, que ha obligado a huir de sus casas a cientos de miles de personas, las autoridades afirman haber matado hasta ahora a más de 550 insurgentes, sin mencionar víctimas civiles.

Aunque según testimonios recogidos el mes pasado por la AFP, al menos 30 civiles murieron sólo en el valle de Shawal, en Waziristán Norte, desde el comienzo de la operación.