Consumir una bebida gaseosa tiene efectos a corto y largo plazo en el organismo. Según el portal de noticias de salud, Medical Daily, una lata de este refresco puede contener hasta 10 cucharaditas de azúcar -prácticamente la ingesta diaria recomendada- por lo que en un lapso de unos 20 minutos nuestros niveles de azúcar en la sangre se disparan.

Esto último, hace que la insulina incremente y el hígado responda convirtiendo el azúcar en grasa. Si se trataba de una bebida cola, dentro de 40 minutos, la cafeína se absorbe por completo, haciendo que las pupilas se dilaten, la presión sanguínea se eleve, y el hígado bote más azúcar en el torrente sanguíneo.

Pero eso no es lo único que ocurre, cuando consumes este tipo de bebestibles por un tiempo prolongado, otras partes de tu cuerpo también se ven afectadas.

1. Cerebro

Las personas que llevan dietas altas en azúcares -como quienes consumir bebidas cola a diario- pueden ver afectados una serie de procesos neurológicos, particularmente aquellos involucrados en la memoria.

Un estudio publicado en la revista científica Neuroscience encontró que cantidades excesivas de azúcar pueden reducir la producción de una sustancia química conocida como factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), lo que hace que tareas cognitivas cotidianas como el aprendizaje y la formación de la memoria sean mucho más difíciles.

2. Corazón

Un estudio de la Universidad de Harvard determinó que las personas que beben una lata de gaseosa al día aumentan dramáticamente su riesgo de enfermedad cardíaca crónica, incrementando hasta un 20% el riesgo de sufrir un ataque al corazón en comparación con quienes no las consumen.

“La ingesta de bebidas azucaradas se asocia con un mayor riesgo de enfermedades del corazón y algunos cambios adversos en los lípidos, los factores inflamatorios, y la leptina”, concluyeron los investigadores.

3. Pulmones

El alto contenido de sodio de estas bebidas también expone a un mayor riesgo de sufrir enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y asma.

“El alto consumo de gaseosas se asocia con un mayor riesgo de asma y / o EPOC”, afirma el doctor Zumin Shi, investigador de la Universidad de Adelaida en Australia, y autor principal de un estudio al respecto.

4. Dientes

El azúcar mezclado con bacterias crea ácido en tu boca, lo que debilita el esmalte y hace que con el tiempo se forme la placa bacteriana, causante de las caries, según diversos estudios recogidos por Demand Media.

El “gas”, por otro lado, reduce el pH de la saliva, aumentando la proliferación bacteriana y la erosión dental. A diferencia de los ítemes anteriores, esto también ocurre con las bebidas light o sin azúcar.