La Casa Blanca rechazó el lunes negociar con Edward Snowden a cambio de los documentos robados por el antiguo analista de inteligencia y exigió que vuelva a Estados Unidos donde está acusado de espionaje.

“Nuestra posición no ha cambiado”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, sobre el caso de Snowden, asilado temporalmente en Rusia.

Carney reaccionaba así después de que un funcionario de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por su sigla en inglés), Rick Ledgett, dijera en unas declaraciones a la cadena CBS difundidas el domingo que “desde un punto de vista personal” sería favorable negociar con Snowden para recuperar los documentos.

Carney subrayó que Ledgett expresó su “opinión personal” y recordó que Snowden ha sido “acusado de filtrar información clasificada y se enfrenta a cargos que constituyen un crimen” en Estados Unidos.

Snowden “debería volver a Estados Unidos lo antes posible” para responder a estas acusaciones y “se beneficiaría de plenas protecciones” constitucionales, agregó Carney.

Snowden, un antiguo consultor de inteligencia, que desató la polémica después de revelar los programas de vigilancia de la NSA, en particular a países aliados de Estados Unidos y sus dirigentes, ha robado 1,7 millones de documentos.

Unos 58.000 de ellos han sido confiados a la prensa, según el redactor jefe del diario británico The Guardian.