Parlamentarios de Oposición y la Alianza concordaron en que posibles modificaciones al Sistema de Protección al Contribuyente del Impuesto Específico a los Combustibles, SIPCO, deberán esperar hasta la próxima administración.

Lo había adelantado hace varias semanas el ministro de Hacienda Felipe Larraín. El gobierno no tiene contemplado, durante lo que resta del año, cambios al Sistema de Protección al Contribuyente del Impuesto Específico a los Combustibles, SIPCO.

Postura que la autoridad ratificó esta semana a los integrantes de la comisión del sector de la Cámara, quienes tampoco tienen como parte de su agenda a corto plazo reformas al SIPCO.

Así lo señaló el diputado de la Democracia Cristiana, Pablo Lorenzini, quien señaló que será la próxima administración la encargada de busca otra fórmula para amortiguar las alzas en el precio de los combustibles.

Una apreciación similar tuvo el diputado de la UDI Ernesto Silva, quien indicó que el debate relativo a eventuales cambios al SIPCO tendrá que darse más allá de este gobierno.

Durante meses anteriores, los gremios de taxis y colectivos y de dueños de camiones habían manifestado su molestia por el poco impacto que había exhibido la activación del SIPCO en los reiterados aumentos en el precios de los combustibles.

Este jueves, luego de cuatro alzas consecutivas, fue la Federación Nacional de Buses de Transporte de Pasajeros, Fenabus, la que evidenció su fastidio.

Según Marcos Carter, presidente de la agrupación, los sucesivos incrementos en la gasolina se han traducido en un gasto adicional de un millón de dólares para el gremio. Por esta razón, demandan subsidios de parte del Estado.

Carter subrayó que cada empresa determinará cómo amortigua el aumento de los costos. Stefan Larenas, presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios, Odecu, pidió prudencia con los bolsillos de las personas.

Cabe recordar que el aumento o reducción del petróleo depende de varios factores, como el precio del dólar y el escenario geopolítico internacional, entre otros. Por ello, diversos economistas plantean que es imposible determinar el comportamiento que tendrá el barril de crudo.