Todo el mundo, incluso el papa, tiene “incertidumbres y dudas” sobre su fe, pero “no hay que preocuparse”, dijo este miércoles el pontífice argentino Francisco durante su audiencia general.

“Todos hemos experimentado extravíos, incertidumbres, dudas. ¿Quién no las ha experimentado? Todos, ¡yo también! Forma parte de la fe”, afirmó ante más de 50.000 fieles de todo el mundo reunidos en la plaza de San Pedro del Vaticano.

“Somos seres marcados por fragilidades y límites, no hay que preocuparse”, añadió.

Franciso también llamó a los católicos a rezar y a “encontrar el valor y la humildad para abrirse a los demás y pedirles ayuda”, en estos momentos de crisis.

El papa argentino deploró “la tendencia a encerrarse en la esfera privada”, lo que ha “influido en el dominio religioso”.

Con un enfoque muy diferente al de su predecesor, Benedicto XVI, Francisco se pone al nivel de los cristianos de base, y asegura que quiere se un “papa normal”, reconociendo que es “pecador”, que tiene “grandes defectos”, como ser desorganizado o autoritario, que ha cometido errores, ha pasado por crisis morales y que necesita a los demás.

Esta forma de presentarse es criticada por algunos creyentes que creen que el Papa, vicario de Dios en la Tierra, no debería descender de su pedestal.