Un total de 58 personas están desaparecidas por el gran deslave de tierra que sepultó parcialmente una montañosa comunidad del sur de México, sin que haya confirmación de muertos, informó este miércoles el presidente Enrique Peña Nieto.

El deslave ocurrió en una apartada comunidad del municipio de Atoyac de Álvarez, situado en el estado de Guerrero (sur), el más castigado por las extraordinarias lluvias que azotan desde el sábado a la mayoría del territorio mexicano y que han causado al menos 80 muertos, según el último balance oficial.

En esa comunidad, llamada La Pintada, hay “58 personas desaparecidas sin que se pueda precisar si eventualmente estas personas lamentablemente pudieran estar bajo el lodo de este deslave”, reportó Peña Nieto en una conferencia de prensa en el estado de Tamaulipas (noreste) transmitida por la televisión.

El mandatario explicó que el deslave “prácticamente sepultó a una parte” de esta comunidad de unos 400 habitantes. Los equipos de rescate que llegaron vía aérea evacuaron a 287 personas de La Pintada y 91 más permanecen aún en el lugar.

Poco antes, el alcalde de Atoyac de Álvarez, Ediberto Tabarez, aseguró vía telefónica a la AFP que ya se han recuperado 15 cadáveres por ese deslave de un cerro sobre la comunidad.

Según reportes recibidos de personas en el lugar, Tabarez alertó de que la situación es “muy crítica” porque quedaron enterradas unas 20 casas en las que vivían unas 70 personas.

En los trabajos de rescate fueron trasladados a clínicas un total de 14 heridos del alud, cuatro de ellos en estado grave, explicó el secretario (ministro) de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

México está asolado por torrenciales lluvias que causaron numerosas inundaciones, cortes de carreteras y deslaves de tierra.

Este miércoles la tormenta Manuel se intensificó y convirtió en huracán de categoría 1, por lo cual amenaza con recrudecer la emergencia cuando impacte a partir del jueves la costa noroeste de México.