A través del reconocimiento digital instalado en el nuevo iPhone de alta gama (5S), Apple podría abrir una nueva era en la seguridad de los teléfonos, con el horizonte de poder utilizarlos como monederos electrónicos.

El nuevo dispositivo presentado el martes en Estados Unidos con bombos y platillos por el grupo de la manzana, el 5S, posee un lector de huellas digitales que permite reconocer al propietario del teléfono y desbloquear fácilmente el aparato sin pasar por el “fastidio” de utilizar una contraseña.

“Simplemente con presionar con un dedo en el botón de entrada del teléfono, se puede desbloquear el aparato”, presumió el vicepresidente de Apple, Phil Schiller, en la presentación del 5S en California.

“Tenemos tanta información personal en estos aparatos que nos siguen a todas partes a dónde vamos que hay que protegerlos”, apuntó.

Dotado con un sensor situado en el botón de entrada, el iPhone 5S es capaz de escanear y registrar cinco huellas digitales diferentes, lo que permitirá a los usuarios compartir su teléfono con personas de confianza, su pareja o sus hijos, por ejemplo.

La información biométrica se registra únicamente en el chip del aparato, en un lugar separado del resto de los datos y se actualizan cada vez que los usuarios utilizan el lector de huellas digitales.

Apple afirma que “las huellas digitales son encriptadas y no se envían a los servidores”, precisa Graham Cluley, investigador especializado en seguridad informática, que hace referencia en un blog a las últimas revelaciones sobre el espionaje de los internautas estadounidenses por parte de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad).

Gracias a la simplicidad de esta tecnología, Apple espera seducir a nuevos clientes cansados de escribir su contraseña y que podrán desde ahora autentificar su identidad en sus compras de iTunes.

Teléfonos más seguros que los computadores

Será igualmente posible utilizar este sensor digital como una seguridad adicional para utilizar aplicaciones sensibles. Combinar el sensor de huellas digitales con “un segundo factor de autentificación” convertirá así a los teléfonos inteligentes en particularmente seguros y abrirá la posibilidad de explorar nuevos sectores, como los pagos a través del móvil.

“Imaginad una aplicación bancaria a la que acceder por reconocimiento digital y que necesitaría además un código de cuatro cifras para transferir el dinero”, apunta el investigador Marc Rogers. “Eso podría convertir los teléfonos móviles en más seguros que un ordenador”.

Todo depende en la actualidad de la política de Apple para saber si su lector de huellas digitales va a transformar el mundo del comercio en línea. Para hacerlo, el grupo informático debe compartir su tecnología Touch ID con los desarrolladores de aplicaciones.

“No es descabellado imaginar que un día Apple podría salir de su universo y entrar en el sector de pago en línea con funciones parecidas a las de Paypal”, afirma Charles Golvin, experto de Forrester.

Mientras tanto los especialistas en seguridad apuntan que este lector de huellas digitales no es infalible y que los creativos delincuentes informáticos podrían tratar de luchar contra esta tecnología.

“Tus huellas digitales no son secretas, las dejas en todos los objetos que tocas”, recuerda del investigador Bruce Schneier.

Engañar a los sensores de huellas digitales con dedos de plástico o de goma es difícil, pero no imposible, según Schneier, que recuerda que un investigador en Japón lo logró hace ya diez años al utilizar una gelatina normalmente utilizada para fabricar caramelos.

Algunos plantean la posibilidad de asistir a escenarios más crueles, dignos de películas de Hollywood, donde un ladrón secciona los dedos de su víctima para desbloquear su teléfono.

Los especialistas de seguridad estiman sin embargo que es poco probable que se den estos intentos extremos, más cuando el acceso al teléfono a través de un código pin será todavía posible en caso de que el sensor de huellas digitales no funcione.

“Es inconcebible que los piratas informáticos y ladrones de datos no intenten atacar la tecnología Touch ID de Apple. Pero queda por ver los resultados que lograrán”, concluye Graham Cluley.