La tarde del viernes se desarrolló una nueva jornada del juicio oral contra de Enrique Orellana Cifuentes, ex ejecutivo del Banco Central acusado de abusar sexualmente de sus hijas. En esta ocasión, declararon las presuntas víctimas del hecho.

Las niñas, de ahora de 12, 7 y 6 años de edad, prestaron declaraciones por casi dos horas en el juicio que se sigue contra de su padre.

El Cuarto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago prohibió a los medios de comunicación reproducir imágenes, audios y el relato de las menores que fueron ubicadas en una sala especial.

El presidente del tribunal, Cristián Soto, utilizó un “sono-pronter” para escuchar las preguntas de las partes, y así plantearlas a las niñas en un tono lo más ameno posible.

Orellana se mantuvo cabizbajo sentado en el estrado junto a sus abogados, mirando la pantalla donde se podía apreciar las imágenes de la sala donde se desarrolló el interrogatorio, a través de un circuito cerrado.

El suspendido ejecutivo miraba con desazón cuando las niñas una a una iban confirmando las denuncias.

Sin embargo, el abogado defensor del imputado insistió que hubo contradicciones claves que deberían ser tomadas en cuenta por el tribunal a la hora de evaluar una sentencia.

Entre el público estaba la madre de las menores, Yamilé Cabas, quien es representada por el abogado Fernando Monsalves.

Este último reconoció que las niñas cambiaron algunos conceptos respecto a anteriores declaraciones. Sin embargo, lo atribuyó al paso del tiempo, ya que los ilícitos se habrían cometido entre el 2009 y 2010.

Ésta es la tercera vez que deben declarar las presuntas víctimas, ya que hubo un primer juicio donde fue absuelto el imputado, y en un segundo se le condenó a 60 años de cárcel, pena que fue anulada por la Corte Suprema.