Helicópteros y barcos buscaban este sábado a las 217 personas desaparecidas tras el naufragio de un ferry en Filipinas, en el que han muerto 24 personas.

El ferry “Thomas Aquinas” llevaba 870 personas a bordo cuando naufragó el viernes a las 21:00 horas locales, tras colisionar con un buque de carga en aguas tranquilas cerca del puerto de Cebú, la segunda mayor ciudad del país, anunciaron las autoridades.

Hasta el momento, 629 personas han sido rescatadas y hay otras 217 se encuentran todavía desaparecidas, informó el servicio de guardacostas en Manila.

El accidente se produjo a la entrada de un angosto estrecho que lleva al puerto, a una distancia de unos dos o tres kilómetros.

Una superviviente, Maribel Malano, de 23 años, contó a su hermano el horror que vivió al verse de pronto en las frías y oscuras aguas y emerger del caos sin su madre.

“Me dijo que había oído un ruido extraño y de pronto, el barco empezó a hundirse”, dijo el hermano, Arvin Manalo, a la AFP.

“Se pusieron rápidamente los chalecos salvavidas y se lanzaron a las oscuras aguas. Dijo que era como si una fuerza las arrastrara hacia abajo”, explicó.

“Mi hermana dijo que había empujado a nuestra madre hacia arriba, pero se separaron. Mi hermana fue rescatada. Sabe nadar, pero mi madre no”. La madre, de 56 años, es uno de los desaparecidos.

En total había 58 niños entre los pasajeros del ferry, según los guardacostas, y se desconocía cuántos han sobrevivido.

Luis Tuason, vice comandante del Servicio de Guardacostas filipino, dijo a una radio local que esperaba que algunas personas desaparecidas hayan sido rescatadas por los pescadores que se sumaron a las labores de socorro o estén a salvo en botes salvavidas.

“Estamos preparando el despliegue de helicópteros para ver si podemos encontrar a los que han logrado salvarse en los botes”, dijo.

No obstante, advirtió que el número de muertos puede agravarse considerablemente.

Mario Chávez, un pescador que fue de los primeros en llegar al lugar del siniestro, dijo a la AFP, que algunas de las personas rescatadas le comentaron que “había mucha gente dentro del barco cuando se hundió… me dijeron que estaban durmiendo”.

Rachel Capuno, una responsable de seguridad de la empresa propietaria del ferry, dijo a una radio local que el navío se dirigía a puerto cuando chocó frontalmente con el otro buque.

“El impacto fue enorme”, dijo, antes de agregar que el ferry se hundió en 30 minutos, lo que no ocurrió con el otro buque, que llevaba a 36 tripulantes a bordo.

Tuason dijo que aunque las causas de la colisión deben ser determinadas, parece que uno de los barcos violó las reglas sobre las filas que usan los barcos cuando salen o entran del puerto.

“Gran parte de la investigación se centra en las maniobras que hicieron los capitanes de los barcos”, agregó.

Tuason dijo que el capitán del “Thomas Aquinas” había sido rescatado y parece que se encontraba en la fila equivocada.

“Ahora está en el Servicio de Guardacostas filipino porque tenemos interrogantes que deben ser aclarados antes de empezar una investigación oficial”, dijo Tuason.

Según dicho servicio, la embarcación hundida también transportaba vehículos.

Los ferries son uno de los principales medios de transporte en el archipiélago que cuenta con más de 7.100 islas, en particular para millones de personas que no tienen dinero para viajar en avión.

Los deficientes normas de seguridad, su incumplimiento y el hacinamiento suelen ser las causas más frecuentes de los accidentes.

El peor desastre de la historia del transporte marítimo en tiempos de paz se remonta a 1987 en época navideña cuando un ferry chocó contra un pequeño petrolero cerca de la capital, Manila, matando a más de 4.300 personas.