Tripulantes y armadores de Caleta Tumbes se reunieron con autoridades para conocer los alcances del programa de monitoreo pesquero. A pesar de las movilizaciones de los últimos días, los asistentes aceptaron las condiciones del Gobierno para recibir el subsidio de $900 mil.

El encuentro duró poco más de una hora, donde se discutió sobre los alcances del acuerdo pactado en abril, tras una serie de conversaciones que buscaron paliar la grave crisis por la que cruza la pesca del país. Esto debido a que el recurso pelágico -sardina y anchoveta- desapareció de las aguas de la zona.

La presidenta de la Federación de Pescadores Artesanales del Bío Bío, María Toro, hizo de vocera tras la cita.

El seremi de Economía, Mauricio Gutiérrez, insistió en que respetar el acuerdo con el Gobierno para recibir los tres pagos implica, forzosamente, tres zarpes.

En medio de la asamblea, Gutiérrez les recalcó que si prefieren dejar a un lado los zarpes y, por lo tanto, buscar el camino de un bono, deberán esperar meses para que los parlamentarios aprueben el proyecto de ley que lo permita.

Mario Delannays, director zonal de Pesca y Acuicultura en el Bío Bío, enfatizó que por años el sector pesquero fue olvidado con la toma de medidas administrativas “poco acertadas”.

Marcando diferencias con el actual Gobierno, defendió el interés concreto por cambiar esas malas prácticas porque aseguró que ahora las medidas se fundamentarán en planes de manejo con comités científicos.

Los artesanales tendrán que reconvertirse en los recursos capturados. Ante la evidente ausencia de las sardinas y anchovetas, las autoridades motivarán la captura de merluzas y jaibas.

Si quedan o no, será materia a evaluar. De momento los zarpes, al menos en Caleta Tumbes, partirán este miércoles; mientras que en los puertos de Talcahuano y San Vicente, la situación dista bastante de este escenario.

Y es que de momento no hay embarcaciones para salir a pescar, porque los dueños enviaron las naves a capturar recursos al sur del país.