La policía federal brasileña descubrió una red de tráfico de inmigrantes de Bangladesh que eran traídos a esta potencia emergente donde hay pleno empleo con promesas de buenos salarios, pero que terminaban haciendo “trabajo esclavo”.

Unos 80 inmigrantes de Bangladesh que trabajaban en condiciones similares a las de esclavitud fueron hallados en ocho viviendas en la periferia de la capital brasileña, dijo el jueves el comisario Dennis Cali a periodistas, según la Agencia Brasil (estatal).

Ninguna persona ha sido detenida pero cuatro presuntos traficantes de Bangladesh fueron identificados, precisó.

“La banda estaba compuesta por extranjeros de Bangladesh, que incitaban a sus compatriotas con falsas promesas de salarios de 1.000 a 1.500 dólares, y cobraban hasta 10.000 dólares por la inmigración ilegal”, informó la PF en un comunicado divulgado en la noche del jueves.

Según Cali, los trabajadores eran inicialmente contratados por frigoríficos, en obras de construcción y en lavaderos, entre otros.

Durante la “Operación Libertad”, en la que participaron 60 agentes, fueron identificadas rutas de ingreso ilegal a Brasil a través de diferentes estados (Roraima, Acre y Mato Grosso do Sul) en las fronteras con Guyana, Bolivia y Perú.

Una vez en territorio brasileño, los inmigrantes pedían refugio para regularizar su situación migratoria.

Cali precisó que al ser considerados víctimas de tráfico para la explotación económica, los inmigrantes podrían recibir el estatus de refugiados.

“El tráfico de personas, infelizmente, existe hace tiempo”, pero “las personas están sintiéndose más animadas a informar” a las autoridades, dijo el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, citado por Agencia Brasil.

En abril, el estado de Acre decretó “emergencia social” y pidió ayuda al gobierno ante una ola de inmigración ilegal, principalmente de Haití pero también de países africanos como Senegal y asiáticos, como Bangladesh.

“Más de mil inmigrantes ingresaron en el último mes, y no son solo haitianos, tenemos senegaleses, nigerianos, dominicanos, de Bangladesh, se ha convertido en una ruta internacional, controlada por coyotes”, dijo a la AFP recientemente el secretario de Justicia y Derechos Humanos de Acre, Nilson Mourao.

En el caso de los senegaleses, “coyotes” los llevan a España, luego a Ecuador y finalmente llegan a Brasil, precisó.

A la hora de regularizar inmigrantes, Brasil, una potencia emergente que ha ingresado a 40 millones de personas a la clase media en la última década, está dando prioridad a los haitianos, que ven en Brasil una especie de Eldorado tras el terremoto que asoló al país en 2010.