Miles de ahorradores víctimas de “productos tóxicos” vendidos por los bancos a particulares, cuyo valor se derrumbó por la crisis, se manifestaron este sábado en Vigo (noroeste) para denunciar el “secuestro” de sus depósitos.
Vistiendo camisetas de diferentes colores en función del banco que les vendió las llamadas participaciones preferentes, dijeron “No a la devaluación” de estos títulos y se opusieron a las medidas anunciadas por el gobierno para indemnizar sólo a algunos de los que han perdido todo por considerarlas insuficientes.
Entre los manifestantes se encontraban muchos clientes de NovaCaixaGalicia, uno de los bancos que vendieron en gran cantidad estas participaciones para cubrir su necesidad de liquidez. El banco es uno de los que ha tenido que ser nacionalizado para evitar la quiebra.
Los manifestantes denunciaban la decisión del gobierno, que implica que sólo una parte de los cientos de miles de ahorradores afectados podrá recuperar su inversión.
Manifestaciones como la de este sábado se multiplicaron en las últimas semanas mientras las autoridades gubernamentales y bancarias confirmaron que los pequeños ahorradores perderán buena parte de sus ahorros.
Los titulares de participaciones preferentes de NovaCaixaGalicia perderán de media el 43% del valor inicial de sus títulos, y los de CatalunyaCaixa, el 61%.
En cuanto a Bankia, que rozó la quiebra en 2012 –lo que provocó que la Unión Europea concediera a España una ayuda al sector bancario de 41.300 millones de euros–, los titulares de preferentes, vendidas sobre todo a jubilados, perderán de media el 38% de sus inversiones.
Varias asociaciones demandaron ante la justicia a los bancos y el partido socialista, en la oposición, aseguró este sábado que llevará a cabo acciones legales porque la decisión del gobierno es “claramente insuficiente”.
Cerca de un millón de familias contrataron, a menudo sin saberlo, unos 30.000 millones de euros en acciones preferentes, según datos de Adicae, asociación en defensa de los pequeños ahorradores.