Los trabajadores del puerto están molestos por una cláusula de confidencialidad que cuestiona la transparencia de la licitación del Puerto Valparaíso. El proceso de licitación cuestionado el concurso que busca la construcción del Segundo Espigón para el Puerto de Valparaíso que tiene un costo aproximado de US $500 millones, dineros que según los trabajadores podrían servir para otro tipo de iniciativas.

Al respecto, Jorge Bustos, presidente de la Confederación de Trabajadores del Mar, destacó que este tipo de licitación tendría que ser pública y no privada puesto que no hay otras empresas en competencia.

Se pretende ocultar el proceso bajo una cláusula de confidencialidad, hecho que cuestiona su transparencia, como lo señaló el dirigente portuario y ex candidato a alcalde de Valparaíso, Jorge Bustos.

Lo anterior, luego de acceder de manera exclusiva a la cláusula que de por sí ofrece sanciones por su divulgación. Esto, al considerar que las distintas empresas que deseen participar en la licitación, no tienen acceso a ninguna de las consultas y respuestas acostumbradas y que son propias del proceso de elaboración de diseños.

Sólo se conocerán las preguntas y respuestas una vez concluido el proceso.

La cláusula de confidencialidad contenida en las bases que tienen un costo de 10 mil dólares, señala que: “Todos los antecedentes y documentos que EPV proporcione al Postulante y que estén relacionados directa o indirectamente con la Licitación, tendrán el carácter de información confidencial y secreta, incluyendo, sin limitación, el informe, las Bases y sus respectivos anexos, el borrador inicial del Contrato de Concesión Portuaria del Frente de Atraque Nº2 del Puerto de Valparaíso y sus correspondientes anexos y todo otro estudio, análisis, compilación u otros documentos preparados, por EPV, sus agentes, representantes, empleados o asesores (incluidos abogados, contadores y asesores financieros), que tengan relación con la Licitación se denominarán en adelante como “Información Confidencial”.

Bustos precisó que “el nada hace nada teme, entonces porqué tanto secretismo”. “Qué esconde EPV, está direccionando la licitación, tiene que tapar algún negociado, como el de South Andes Capital”, son interrogante que Bustos plantea.

Contraloría y Gobierno

En todas las licitaciones las preguntas y respuestas son públicas, aquí son secretas, lo que a juicio de Bustos, al menos induce a pensar que el proceso podría estar dirigido por lo que a su juicio la Contraloría y el Gobierno deberían pronunciarse por la falta de transparencia en un licitación millonaria y que definirá el futuro de Valparaíso como puerto.

“Esto sin contar –añadió- que el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia ya sancionó a la Empresa Portuaria de Valparaíso, cuyo gerente general es Harald Jaeger y al presidente del directorio Alfonso Mujica Viscaya, al haber excluido a los oferentes incumbentes del proceso licitario, situación que debe ser subsanada”.

Hechos consumados

Bustos teme que en marzo se entregue la licitación no al mejor oferente y que tenga un proyecto que concilie la necesidad de fortalecer el rol portuario de la ciudad y permita volver a liderar el transporte de carga marítima y que respete la condición de patrimonio de Valparaíso.

“Donde lo más importante es que deje espacio públicos para que la comunidad pueda acceder a su borde costero, pero tal como estás diseñadas las cosas por la EPV, nada de esto queda asegurado y por cierto que los ciudadanos sólo seremos informados ante hechos consumados y cuando no existan herramientas para paralizar este proceso que a nuestro juicio es un atentado más a la ciudad. Así ha sido entendido por los intelectuales de la ciudad que el jueves pasado se reunieron para hacer un llamado al Presidente de la República, Sebastián Piñera, a que detenga este proceso por ser un atentado a la ciudad”, señaló Bustos.