Isaac, convertido de nuevo en tormenta tropical el miércoles tras haber disminuido su intensidad, continuaba su marcha hacia el norte de Luisiana este jueves durante la mañana, aunque dejando aún fuertes lluvias, según los servicios meteorológicos estadounidenses.

“Isaac continúa avanzando lentamente hacia el noroeste, encontrándose en la actualidad en el centro de Luisiana. Aún produce fuertes lluvias y el nivel de agua ha aumentado a lo largo de la costa norte del Golfo de México”, precisó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) en su boletín de las 12:00 horas GMT.

El centro de la tormenta se encontraba a 205 Km al noroeste de Nueva Orleans y se desplazaba lentamente, a 13 Km/h. Isaac debería llegar a Arkansas el viernes y al sur de Misuri la noche del viernes.

Sus vientos soplaban a más de 75 Km/h, tras su pico máximo de 130 km/h el martes y miércoles, pero su principal peligro radica en las torrenciales lluvias que va dejando a su paso.

El aumento del nivel de las aguas ha dejado inundaciones en varias zonas de Luisiana pero la tempestad no ha hecho ceder los diques reconstruidos después del devastador pasaje por Nueva Orleans del huracán Katrina hace siete años.

Más de 700.000 personas se encontraban sin energía eléctrica en Luisiana.

Los efectos de Isaac podrían costar al menos 2.500 millones de dólares a la economía estadounidense, según las primeras estimaciones de la empresa especializada Eqecat, muy por debajo de los daños causados por Katrina en 2005, que ascendieron a unos 125.000 millones de dólares.