El gobierno brasileño decidió suspender el proceso de privatización del aeropuerto internacional de Rio de Janeiro, sede de la final del Mundial-2014, y buscará un socio privado que trabaje con la estatal Infraero que lo administra, informó el gobernador de Rio, Sergio Cabral.

“La presidenta Dilma (Rousseff) me había planteado esta alternativa que al final es la misma cosa: la gestión compartida. Ella va a traer un gran operador privado de aeropuertos que será socio en la gestión con Infraero. Eso es música para nuestros oídos”, celebró Cabral, citado en el diario O Globo del viernes.

En febrero, el gobierno brasileño privatizó tres aeropuertos, dos en Sao Paulo (Guarulhos y Viracopos) y uno en Brasilia, por un monto de 14.305 millones de dólares, casi cuatro veces más de lo requerido inicialmente, quebrando el monopolio de la estatal Infraero que administra todos los aeropuertos del país.

Según O Globo, el modelo de “gestión compartida” se aplicará también en el aeropuerto de Confins, en Belo Horizonte (sureste), que tuvo un crecimiento de 21% en el flujo de pasajeros en 2011.

El aeropuerto internacional de Galeao – Antonio Carlos Jobim de Rio de Janeiro, ciudad que acogerá también los Juegos Olímpicos de 2016, registró un crecimiento de 31,9% el año pasado, a 14,9 millones de pasajeros.

Es “una solución fácil e inteligente que va a dar la agilidad que necesitamos”, añadió Cabral sin ofrecer detalles del proceso para la selección del nuevo socio privado.

Esta semana Infraero dio inicio a un conjunto de obras de remodelación en la terminal carioca, valoradas en 153 millones de reales (unos 76,1 millones de dólares) y que está previsto terminen en abril de 2014.

Los trabajos incluyen la renovación del sistema eléctrico, la impermeabilización de los techos e instalación de claraboyas, cambio de las escaleras mecánicas, instalación de nuevos elevadores, remodelación de la plaza de alimentación, aumento de los puntos de embarque de pasajeros y creación de nuevas posiciones remotas de desembarque.

Para 2014, Galeao deberá aumentar su capacidad de 17,4 a 40 millones de pasajeros por año. El ancho de la pista de despegue y aterrizaje será ampliada de los 45 metros actuales a 60 para permitir la llegada de aviones mayores.