Decenas de miles de aficionados marcharon en procesión a la luz de las velas durante la madrugada del jueves en Memphis, al sur de Estados Unidos, para rendir homenaje a un “dios” la música, Elvis Presley, muerto repentinamente hace 35 años, el 16 de agosto de 1977.

La multitud, bastante envejecida pero apasionada por el rey del rock ‘n roll, rindió tributo a la estrella frente a su casa, la mítica mansión Graceland, siguiendo un ritual casi religioso.

“Si nunca viniste a la Semana de Elvis, nunca vas a entender por qué estamos aquí”, aseguró Janet Mathis, una empleada de universidad que viajó desde Texas (sur), mientras esperaba su turno para pasar frente a las puertas de la famosa residencia donde el cantante, fallecido a los 42 años, está enterrado junto a sus padres.

“Todo el mundo (aquí) está con el mismo estado de ánimo”, dijo a su lado Warren, esposo de Janet, jubilado. “Estamos aquí para rendir homenaje a Elvis, para ser parte de algo”.

Según la policía, quien supervisó el evento sobrevolando seis veces en helicóptero el concurrido bulevar Elvis Presley sobre el que se ubica Graceland, unos 75.000 aficionados asistieron a la vigilia, procedentes de todo el país e incluso del extranjero.

Fiel a su ídolo, Yolande Makarof, del norte de Francia, hizo su sexta peregrinación a Memphis (y “no ha terminado”, dijo). “Primero me encontré con una foto de Elvis, después su voz. Descubrí un hombre muy sencillo, humano, con mucho carisma”, contó. “Así que decidí venir a Memphis, y esta es la sexta vez”.

La viuda del cantante, Priscilla Presley, y la hija de la estrella, Lisa Marie Presley, estuvieron presentes en el homenaje, que congregó casi tantos fans como el funeral del rockero hace 35 años.

Ambas hablaron un poco más de un minuto, pero fue suficiente para conmover a los fanáticos.

“Sé que Elvis nunca hubiera podido imaginar lo que está pasando aquí”, dijo Priscilla, que estuvo casada seis años con el cantante, con quien se mantuvo en contacto incluso después de su divorcio en 1973. Lisa Marie, esposa durante un tiempo de otra gran estrella de la música, Michael Jackson, visitó por primera vez a los aficionados, vestida de negro.

“Siempre he evitado este momento porque tenía miedo de que fuera demasiado emotivo, pero pensé que era importante que viniera esta noche para estar con ustedes”, dijo, y agregó: “Los quiero mucho, mucho, me siento honrada de verlos aquí y nosotras estamos agradecidas de que sean parte de nuestras vidas”.

La cantante y compositora Lisa Marie Presley, de 44 años, acaba de lanzar un nuevo álbum (el último fue en 2005).

Debido a la presencia de ambas mujeres, los organizadores de la Semana de Elvis, que tiene lugar todos los años, estimaron que esta edición convocaría a un récord de admiradores.

La vigilia con velas, que cada año genera un ambiente casi místico frente a Graceland, es considerada el momento más destacado de la conmemoración. A pesar de la música transmitida por altavoces, se respetó un minuto de silencio.

Este jueves, en un concierto en el estadio de la ciudad, en el que participarán tanto Priscilla como Lisa Marie y los supervivientes de la banda de Elvis, los seguidores podrán volver a escuchar los títulos emblemáticos del “Rey” y la música que lo inspiró, como el blues, el gospel y la música country.

La Semana de Elvis, que de hecho dura nueve días, comenzó el viernes en Memphis. El evento se centra en una carpa de 1.200 plazas, equipada con aire acondicionado, levantada frente a Graceland, la propiedad de la estrella. Un poco más lejos, se pueden ver los restos de su avión privado.