La Corte de Apelaciones de Santiago, junto a la unidad informática de la Corporación Administrativa del Poder Judicial, está implementando un nuevo y moderno sistema de archivo y almacenamiento digital de fallos de recursos de protección

Se trata de un registro digital de todos los fallos sobre recursos de protección que se tramitan en el tribunal de alzada, y que permitirá acceder a todas las sentencias de forma diaria o mensual. La implementación del registro digital, además, permitirá un considerable ahorro de tiempo, materiales y espacio que demanda mantener archivos físicos de este tipo de recursos.

El nuevo registro incluye la implementación de un “libro digital”, que contendrá todas las sentencias de recurso de protección –dictadas por día y mes- y que será de acceso público, a través de los terminales de consulta que se ubican en la Corte de Apelaciones de Santiago, y en un CD que se archivará en la secretaría criminal del tribunal de alzada.

En cuanto a esto, los funcionarios de la Secretaría Criminal de la Corte de Apelaciones de Santiago son los encargados de actualizar la información, transformando los archivos de formato Word en PDF, de todas las sentencias dictadas el día anterior para luego, elaborar un reporte mensual que será ordenado cronológicamente.

A la fecha, se encuentran digitalizadas todas las sentencias de recursos de protección de mayo de 2012; sin embargo, la unidad de informática de la CAPJ y la secretaría criminal trabajan para poner a disposición todos los registros existentes a partir del 2 de enero de 2012.

La idea de crear un registro digital de sentencias de recursos de protección es una iniciativa del ministro Lamberto Cisternas Rocha, presidente de la Primera Sala de la Corte de Santiago, quien la viene impulsado desde diciembre de 2011, y que fue aprobada por el pleno del tribunal de alzada, en enero pasado.

Con la elaboración de los “libros digitales” se podrá mantener un soporte económico, manejable y de rápida consulta de las sentencias de recursos de protección; reduciendo considerablemente los gastos y dilapidación de recursos demandada en el antiguo sistema de archivo de carácter análogo.

Hasta ahora, el sistema de registro se realizaba en soporte papel, lo que implicaba sacar fotocopias de cada uno de los fallos, certificar su autenticidad y coserlos por día y mes, lo que generaba la elaboración de voluminosos tomos, guardados en la secretaría criminal.