Por vía aérea y terrestre se inició el programa de siembra de nubes que coordina la Comisión Nacional de Riego (CNR) del Ministerio de Agricultura y que contempla una inversión público privada de mil 580 millones de pesos.

El método, utilizado para generar lluvia artificial con yoduro de plata, se está implementando para enfrentar el déficit hídrico en las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso y O’Higgins a través de 52 equipos en tierra y cuatro aviones equipados con la más alta tecnología.

Así, se busca elevar hasta en un 10% el nivel de precipitaciones, lo que repercute en los caudales de los ríos con aumentos de igual magnitud.

En la Región de Coquimbo, en la provincia de Limarí, ya se realizaron los primeros “bombardeos” aéreos y se prevé que en los próximos días esto se replique en las provincias de Choapa y Elqui, a partir de los últimos frentes de mal tiempo que han afectado a la zona.

En tanto, por tierra, la siembra de nubes se ha realizado en la Región de Valparaíso, en las provincias de San Antonio y Petorca, y en la Región de O’Higgins, en la provincia de Cachapoal.

Por su parte, el ministro de Agricultura, Luis Mayol, expresó estar optimista respecto del programa de tres años diseñado para enfrentar la sequía existente en el país. Precisó que con este procedimiento, las precipitaciones de nieve y lluvia podrían aumentar en un 10% más de lo normal.

“La idea es que ese aumento se almacene en la cordillera y que vaya a los cauces de los ríos”. Además, dijo que esta semana, desde las estaciones de San Antonio, Petorca y La Ligua, se “sembraron” nubes de manera terrestre, que dejaron caer yoduro de plata, compuesto que estimula las precipitaciones.

Este proceso se suspendió en la Región de O’Higgins, pues el intenso frente de mal tiempo no presentaba las condiciones climáticas óptimas.

Asimismo, el secretario ejecutivo de la CNR, Felipe Martin, explicó que este programa recoge experiencias similares a las realizadas en China, Estados Unidos, Israel y Australia.

“Una de las iniciativas nacionales exitosas se ejecutó entre 2000 y 2004 en la cuenca del Cachapoal. Allí, los resultados muestran un crecimiento del 15,6% de lluvias, que se reflejó en el aumento del caudal”, afirmó.

Respecto a la evaluación de los resultados, Martin sostuvo que “la medición del agua caída la harán organismos estatales durante la época de deshielo, comparando los caudales históricos con aquellos de zonas en que no se aplica el plan”.