Italia disputará el viernes ante Rusia en Zúrich el único partido amistoso antes de la Eurocopa, un choque que le servirá para empezar a levantar la cabeza después de que el último resultado de la ‘Azzurra’ fuera en febrero, una derrota con Estados Unidos por 1-0 en casa.

Prandelli, cuya selección no pudo disputar el otro amistoso previsto, ante Luxemburgo el martes en Parma, debido al terremoto que sufrió la zona, no cree que la falta de partidos sea un inconveniente.

“No me preocupa, aunque sé que es nuestra primera prueba en mucho tiempo, los muchachos están trabajando duro y quieren jugar, han demostrado máxima disponibilidad, por lo que estoy satisfecho”, comentó el técnico.

Sin embargo, reconoce que la anulación del partido contra Luxemburgo le ha alterado los planes que tenía de probar tácticas nuevas, ya que normalmente juega con un 4-4-2, con un rombo en el centro del campo, y quería ver cómo fucionaba un 4-3-3.

“Tener dos partidos hubiera sido útil para probar otras soluciones tácticas, pero quizá cambiemos mañana (viernes) en la segunda mitad para probar con tres en el centro del campo en lugar de cuatro”, admitió el entrenador.

Otra de las preocupaciones de Prandelli es el tamaño de sus delanteros ya que, salvo Balotelli, el resto de sus opciones son futbolistas pequeños -Antonio Cassano, Sebastian Giovinco, Antonio Di Natale y Fabio Borní-.

“Podríamos tener problemas porque tenemos la delantera más pequeña y ligera de la Eurocopa”, explicó, pero añadió que la solucción puede estar en “hacer una buena recuperación del balón”.