Tres candidatos al título, la Alemania de la ‘generación Löw’, la Holanda subcampeona del mundo y el Portugal de Cristiano Ronaldo, forman parte, junto a la siempre peligrosa Dinamarca, del grupo B de la Eurocopa-2012, considerado el más fuerte de toda la primera fase.

“He visto a todos los entrenadores adversarios: en nuestro grupo no he visto a ningún seleccionador feliz”. Con estas palabras, el entrenador de Holanda, Bert van Marwijk, expresaba así tras el sorteo del torneo celebrado en diciembre pasado el sentimiento de los integrantes de este grupo, que jugará sus partidos en Ucrania (en Lviv y Járkov).

El único consuelo es el de tener que enfrentarse en los cruces de cuartos de final con los países del grupo considerado como el más asequible, el A, formado por Polonia, Grecia, Rusia y la República Checa.

En principio, Alemania parte como favorita. Se clasificó sin problemas para el torneo (con 10 victorias en otros tantos partidos) y el grupo creado por el seleccionador Joachim Löw desde 2006 llega a su madurez.

A la columna formada por Manuel Neuer, Philipp Lahm, Sami Khedira, Bastian Schweinsteiger, Thomas Müller, Mesut Özil y Lukas Podolski, se han unido dos jóvenes promesas: Mario Götze y Marco Reus.

En ataque, Mario Gómez ha entrado en una nueva dimensión (12 goles en Liga de Campeones esta temporada, 54 goles en las dos últimas Bundesliga) y peleará por un puesto con Miroslav Klose, que acabó la temporada lesionado, pero que con 63 goles con su selección (a sólo cinco del récord nacional de Gerd Müller, acostumbra a brillar en los grandes torneos.

El goleador, que cumplirá 34 años en junio, tiene la misma presión que su equipo: lograr el título, después de ser finalistas en el Mundial-2002, 3º en el Mundial-2006, 2º en la Eurcopa-2008 y 3º en el Mundial-2010.

“Estos últimos años, siempre se decía que si llegábamos a semifinales era ya un éxito. Creo que ya podemos asumir antes del torneo que vamos a jugar por el título”, resumen Podolski.

A Holanda les escuece todavía la derrota contra Alemania (3-0) en un partido amistoso celebrado en noviembre y el encuentro de ambos el próximo 13 de junio promete ser uno de los más interesantes de la primera fase de la Eurocopa.

Los holandeses siguen teniendo un ataque impresionante, en el que están los máximos goleadores de la Bundesliga (Huntelaar con 29 goles) y de la Premier League (Van Persie con 30 goles), así como los extremos Robben y Kuyt, incluso Afellay, y los medias puntas Van der Vaart y Sneijder.

El sistema en 4-2-3-1 obligará, no obstante, a dejar en el banco a uno de los dos delanteros centro o a ubicar a uno de ellos en otra posición.

Holanda tiene dos problemas: Sneijder, por quien pasa todo el juego de ataque, no está en la forma de 2010 y la defensa sigue siendo el punto débil del equipo. Atención también a la guerra de “egos” que ya estalló en el Mundial-2010, aunque eso no impidió entonces que el equipo alcanzara la final.

En cuestión de egos, Cristiano Ronaldo aportará el suyo en una temporada en la que su Real Madrid superó en la liga al Barça. El seleccionador de Portugal, Paulo Bento, le ha quitado presión: “Ronaldo no puede y no debe resolver todos los problemas de la selección”.

Alrededor de CR7, que de brillar en Polonia y Ucrania podría dar un paso de gigante hacia la conquista del Balón de Oro (ya que Messi no disputará el torneo) y, sobre todo, las ganas de vengarse por su pobre papel en los últimos grandes torneos, no parece que haya un gran equipo, en el que sí sobresale Nani, por delante de otros jugadores como Postiga, Hugo Almeida y Quaresma.

Dinamarca, por su parte, no tiene nada que perder. Primera de su grupo de clasificación, precisamente superando a Portugal, tendrá la importante baja de su portero Thomas Sorensen, que se lesionó el pasado sábado contra Brasil. De esta manera, tendrá que confiar en que explote el joven Christian Eriksen, la perla del Ajax de Amsterdam y en que Bendtner confirme de una vez lo que prometía en sus tiempos en el Arsenal.

¿Su lema? La concentración. Por ello el seleccionador danés Morten Olsen ha prohibido a sus jugadores utilizar las redes sociales durante el torneo.