Un tibetano murió y otro resultó gravemente herido al inmolarse con fuego el domingo en el centro de Lhasa, la capital de Tíbet, en protesta contra la tutela de China en la región, un acto que se produce por primera vez en esta ciudad, informó Radio Free Asia.

Según los testigos citados por RFA ambos hombres se convirtieron en antorchas humanas en el corazón mismo de esta histórica ciudad de la llanura tibetana.

Lhasa es la actual capital de la región autónoma del Tíbet, en el sudoeste de China, y estos intentos de inmolación son los primeros que se dan en la capital tibetana, según la agencia China Nueva.

Los policías lograron apagar las llamas “en unos minutos” y uno de los tibetanos, llamado Dargye, pudo sobrevivir, precisó la agencia de noticias oficial china.

Dargye es oriundo de Aba, una zona tibetana de la provincia de Sichuán (sudoeste), donde hubo varias inmolaciones desde el año pasado, mientras que que el otro, Tobgye Tseten, procedía de la provincia de Gansu (noroeste).

La ciudad de Lhasa, casi siempre cerrada a la prensa extranjera y abierta solamente a los turistas con salvoconductos, está sometida a grandes medidas de seguridad desde los actos de violencia que se produjeron en 2008.

La ciudad fue escenario ese año de sangrientos enfrentamientos, en un clima antichino. Estas manifestaciones se habían iniciado el 10 de marzo, coincidiendo con el aniversario de la revuelta contra la tutela de Pekín en marzo de 1959, antes de extenderse a otras regiones de China donde también viven minorías tibetanas.

China afirma haber “liberado pacíficamente” a Tibet y mejorado la suerte de su población al financiar el desarrollo económico de esta región pobre y aislada.

Pero numerosos tibetanos no soportan lo que consideran como una creciente dominación de los Han, la etnia mayoritaria en China, ni tampoco la represión contra su religión y su cultura.

Más de 30 tibetanos, en su mayoría monjes budistas, se han inmolado con fuego o intentaron hacerlo desde principios de marzo de 2011 en las zonas tibetanas chinas pero nunca hasta ahora en Lhasa.

“Lhasa está actualmente muy vigilada por la policía y las fuerzas paramilitares y la situación es muy tensa”, explicó a Radio Free Asia un tibetano en exilio que tiene corresponsales en la ciudad.

El acto desesperado de los dos tibetanos (dos jóvenes monjes, según RFA) fue cometido en el Templo de Jokhang, un punto de peregrinación, precisó RFA, organización con base en Estados Unidos.

La agencia China Nueva no menciona en su despacho este monasterio, situado en el centro de Lhasa.

Las búsquedas por internet con el nombre “Dazhaosi”, nombre chino del templo, estaban bloqueadas este lunes por el sistema de censura de las autoridades chinas.

Por su parte un alto responsable comunista de la región condenó los hechos y estimó que eran “la continuación de las autoinmolaciones ocurridas en otras zonas tibetanas y de actos destinados a separar Tíbet de China”.