El presidente interino de Malí, Dioncounda Traoré, fue este lunes agredido por manifestantes hostiles y brevemente hospitalizado, en un incidente que suscitó la inquietud de la ONU ante un país en plena transición política tras el golpe militar del pasado marzo.

La agresión contra el mandatario se produjo en su oficina de Koulouba, cerca de la capital Bamako, al margen de una manifestación de organizaciones favorables al golpe de Estado militar del 22 de marzo, en el que fue derrocado el presidente Amadou Toumani Touré.

Según testigos, Traoré fue golpeado y herido por numerosos manifestantes que pese a la presencia de un centenar de guardias lograron entrar en su oficina cercana al palacio presidencial, vacío desde el golpe. Tras la agresión, el mandatario tuvo que pasar por el hospital.

“Pasó un escáner que reveló que no había ninguna lesión grave”, declaró el médico encargado del examen. Traoré salió luego del hospital en un coche, y se dirigió a un lugar “seguro”, precisó el galeno.

Tras la agresión, el primer ministro de Malí, Cheick Modibo Diarra, llamó a la calma.

“Malí no merece esto, nosotros los malienses no merecemos esto (…) Llamo a la población, y en especial a los jóvenes, a poner fin a las marchas”, declaró el primer ministro refiriéndose a saqueos en varias manifestaciones.

Los autores del golpe de Estado el 22 de marzo en Mali, dirigido por el capitán Amadou Haya Sanogo, se dijeron este lunes “consternados” y condenaron a la agresión de que víctima el presidente Traore.

En virtud de un acuerdo firmado por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), la ex junta militar golpista y las autoridades interinas, Traoré debe asumir el martes la presidencia de un período de transición de 12 meses.

Por su lado, una delegación del Consejo de Seguridad de la ONU en Costa de Marfil advirtió de que la salida de crisis de Malí se ha visto “en peligro considerable” con el ataque contra el presidente.

Según una fuente diplomática occidental, la CEDEAO estaría estudiando el despliegue de una fuerza militar regional para asegurar la paz del proceso de transición en Bamako.