El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo este jueves que cree que Al Qaida perpetró el ataque con bomba que el 10 de mayo dejó decenas de muertos en Damasco, y estimó que hasta 10.000 personas perecieron en Siria desde que empezó la sublevación contra el régimen.

“De forma alarmante y sorpresiva, hace unos días hubo un enorme ataque terrorista masivo. Pienso que Al Qaida debe estar detrás de esto. Esto ha creado, una vez más, muy serios problemas”, dijo Ban en un evento para la juventud en la sede de la organización, en Nueva York.

Al menos 55 personas murieron y 372 resultaron heridas el 10 de mayo en dos ataques suicida con coche bomba que sembraron el pánico y la desolación en un barrio de Damasco, donde no había habido un ataque tan cruento desde que inició la revuelta en contra el régimen de Al Asad.

El régimen sirio, así como funcionarios de Estados Unidos y Rusia también aseguraron que Al Qaida y otros grupos violentos están operando en Siria.

“Al menos 9.000, quizá 10.000 personas han sido asesinadas durante los últimos 15 meses”, cuando empezó la rebelión, dijo Ban. “La situación se ha vuelto intolerable”, añadió.

Ban aseguró que el presidente Bashar al Asad no ha implementado aún el plan de paz del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, quien el 15 de marzo pidió además “al gobierno que acepte las condiciones para una ampliación de la asistencia humanitaria sin más demora”.

Naciones Unidas ha estado negociando con el gobierno de Al Asad desde marzo y la jefa de Asuntos Humanitarios de la organización, Valerie Amos, señaló que el proceso ha sido “muy lento”.

Más de 12.000 personas han muerto en Siria desde el inicio de la revuelta, en su mayoría civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Por otra parte, decenas de miles de sirios han debido refugiarse en los países vecinos.