Guiado por un eufórico Cristiano Ronaldo, después de que el delantero portugués anotara el gol de la victoria sobre el Barcelona en el Clásico, el Real Madrid necesita derrotar el miércoles (15:45 de Chile) a su bestia negra, a su némesis particular, el Bayern de Múnich.

Los bávaros parten con una ligera ventaja inicial, gracias a la victoria (2-1) lograda en la ida, en Múnich, pero el conjunto blanco tiene la moral por las nubes y a Cristiano Ronando sobre el césped.

El máximo goleador actual de la Liga española, con 42 tantos, sigue siendo tan peligroso como siempre, pero su triunfo en el duelo individual con el argentino del Barça Leo Messi ha supuesto una dosis añadida de confianza y euforia en el astro de Madeira.

Ronaldo lo dará todo en el Santiago Bernabéu para conducir a su equipo hasta su objetivo más deseado, que no es otro que llevar la décima Copa de Europa desde el Allianz Arena de Múnich, sede de la final de la ‘Champions’, el 19 de mayo, hasta las vitrinas del club merengue.

El encargado de frenarle, en calidad de guardián del Bayern, será el lateral izquierdo alemán Philipp Lahm, de 28 años, que se verá condicionado por la amenaza de una tarjeta amarilla, que le privaría de una hipotética final, en caso de que su equipo logre el pase.

En la dirección contraria se dirimirán los duelos del francés Franck Ribéry y el holandés Arjen Robben, que protagonizaron la actualidad del Bayern la última semana debido a su enfrentamiento en el vestuario, contra los laterales madridistas, que serán, presumiblemente, el español Álvaro Arbeloa en la banda derecha y el brasileño Marcelo por la izquierda.

La principal arma del ataque alemán será el delantero Mario Gómez, autor del gol que dio el triunfo al Bayern en la ida, en el último minuto de partido, y segundo máximo goleador de esta temporada en ‘Champions’, con 12 tantos, sólo por detrás de Messi (14).

Mario Gómez, apodado el ‘torero’, por su origen español, tendrá que superar al ‘matador’ andaluz Sergio Ramos, que, junto al portugués Pepe, será el encargado de sellar el centro de la defensa madridista ante las acometidas del gigante alemán, de 1,89 metros de estatura y 88 kilogramos de peso. Todo un tanque dispuesto a causar serios daños a la zaga local.