Casi 60 sitios arqueológicos, con vestigios de diferentes épocas, fueron descubiertos recientemente al construirse una importante ruta cerca de Rio de Janeiro, dijo el jueves a la AFP una experta del Instituto Brasileño de Arqueología (IAB).

“La semana pasada, descubrimos un pequeño pozo de piedra, que data del periodo colonial (portugués) con agua clara, y detuvimos las obras”, indicó Jandira Neto, responsable del equipo de búsquedas del IBA.

Los arquéologos encontraron vestigios muy antiguos como sambaquis (cúmulos de moluscos) edificados por pueblos que vivieron sobre el litoral americano hace 6.000 años, urnas funerarias y pipas de cerámica tupí-guaraní de hace 2.000 años, así como cerámica europea del siglo XIX.

“Los vestigios revelan una ocupación superpuesta. Esto prueba que el colono europeo ocupó los mismos lugares que los indígenas. Pensaba que, como había personas, la tierra era buena. Tomaba la tierra de los indios y se instalaba”, explicó la arqueóloga.

La historia de la región que atraviesa la ruta bautizada “Arco metropolitano” –que va del polo industrial de Rio en la Baixada Fluminense (norte) al puerto de Itaguaï (oeste)– era conocido hasta ahora por relatos de viajeros de los siglos XVI, XVII y XVIII.

Los arquéologos recorren la zona y cuando algo es identificado, ordenan detener las obras.

“Cuando comenzamos (en 2008) pensábamos encontrar muy pocos sitios, pero en un año pasamos de 36 a 58 sitios y vamos a encontrar otros”, dijo Neto, cuyo equipo está integrado por unas 40 personas.

“La construcción en la ruta fue una bendición en términos de la preservación del patrimonio histórico de la región”, se congratuló.

Pero la alegría de los arquéologos contrasta con los dolores de cabeza de los ingenieros de la Secretaría de Obras Públicas del estado de Rio.

El fin de las obras de la carretera que estaba previsto en 2011 al costo de 965 millones de reales (511 millones de dólares) fue aplazado hasta 2013 a raíz de las interrupciones por los descubrimientos.

La nueva ruta busca descongestionar la Avenida Brasil, por donde pasan 250.000 vehículos por día, con vistas al Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.