Los 28 países miembros de la OTAN, reunidos el miércoles en Bruselas, intentan mantener la unidad para retirar ordenadamente sus tropas de Afganistán a fines de 2014, pese a la impaciencia de varios de estos Estados.

Así, el martes, la primera ministra de Australia, Julia Gillard, anunció que retirará sus 1.500 soldados de Afganistán en 2013, o sea un año antes de lo previsto.

Francia también había anunciado en enero que sus tropas abandonarán Afganistán a fines de 2013, mientras que otros países, entre los que se encuentra Estados Unidos, esperan reducir el número de soldados.

Unos 130.000 soldados extranjeros, dos tercios de los cuales son estadounidenses, siguen desplegados en Afganistán, diez años después de la invasión de este país por una coalición internacional liderada por Washington y el posterior derrocamiento de los talibanes.

Al abrirse la reunión de ministros de Defensa y Relaciones Exteriores de la OTAN este miércoles, el secretario general de la organización, Anders Fogh Rasmussen, negó estar preocupado por posibles divisiones dentro de la Alianza.

“No estoy preocupado en lo más mínimo”, dijo Rasmussen. “El anuncio australiano es totalmente conforme a la hoja de ruta que hemos fijado para una transición gradual” en Afganistán, agregó.

Hasta el martes, a pesar de la pérdida de 32 soldados desde 2001, Australia había asegurado en repetidas ocasiones que respetaría el calendario de retirada completa fijado por la OTAN al final de 2014, y hasta ese momento mantendría en el país a sus soldados.

Pero las condiciones sobre el terreno han cambiado, argumentó Gillard, dos días después de un humillante ataque de los talibanes en el corazón de Kabul.

Las fuerzas afganas van a quedar a cargo de las tareas de seguridad en todas las provincias de Afganistán en 2013, con el fin de permitir que las tropas extranjeras se retiren a fines de 2014, según el calendario fijado por la OTAN en 2010.

Los ministros reunidos este miércoles en Bruselas tratarán de ponerse de acuerdo sobre la composición de las fuerzas de seguridad afganas. Sus efectivos deberían ser elevados a 352.000 gracias a un amplio esfuerzo de formación en curso antes de volver a caer a los 228.500, según el proyecto propuesto por los estadounidenses.

También se preveía hablar en la reunión de Bruselas de la financiación de estas fuerzas, estimadas a 4.100 millones de dólares anuales a partir de 2015. Estados Unidos prevé asumir 2.300 millones y dejar el resto a sus socios y al gobierno afgano.

“Dado que el gobierno afgano cuenta con recursos limitados, el ejército afgano seguirá dependiendo en el futuro de la asistencia internacional”, indicó recientemente la Red de Expertos de Afganistán (AAN), con sede en Kabul.

De lo contrario, el régimen podría derrumbarse, tal como ocurrió en 1991, cuando los soviéticos dejaron de brindar apoyo financiero y militar al gobierno afgano, agregó la AAN.