Decenas de personas se reunieron la noche del viernes ante la embajada de Chile en Buenos Aires para repudiar el crimen del joven gay Daniel Zamudio en Santiago, luego de recibir una brutal golpiza a manos de un supuesto grupo neonazi.

“La homofobia mata. Daniel Zamudio. Memoria y justicia”, señalaba un cartel de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) delante de la sede diplomática, en cuya acera se encendieron cirios, constató la AFP.

César Cigliuti, presidente de la CHA, calificó el hecho “como un crimen de odio” y exigió su esclarecimiento y castigo para los culpables.

“Este asesinato nos pone de luto. Las expresiones de la homofobia y el odio que todavía existen en algunas personas de la sociedad hacia nuestra comunidad gay, lésbica, travesti, transexual, bisexual e intersexual están inscriptas salvajemente en el cuerpo de Daniel y en el dolor que sentimos cada vez que suceden estos asesinatos”, sostuvo el dirigente.

El hecho tuvo fuerte impacto también en la comunidad judía de Argentina, donde vive el mayor colectivo de esta religión de América latina.

El Centro Wisenthal repudió la golpiza y reclamó al gobierno de Chile la aprobación de una ley Antidiscriminación, para lo cual ofreció su colaboración para la elaboración de la norma y la promoción de programas educativos.

Los restos de Zamudio, de 24 años, fueron despedidos este viernes por miles de personas que llevaban flores y pañuelos blancos.

El muchacho agonizó por más de tres semanas luego de ser atacado con ensañamiento, golpeado con piedras, quemado con cigarrillos y marcado su cuerpo con símbolos nazis.

El Centro Wiesenthal, creado para documentar el holocausto y perseguir a criminales de guerra nazis, se dedica además a denunciar actividades antisemitas en el mundo.