La guerrilla colombiana de las FARC aceptó postergar para el próximo 2 de abril el inicio de la entrega unilateral de diez uniformados que tiene en su poder desde hace al menos trece años, informó este sábado la organización civil que media en la liberación.

La decisión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se produce luego de que este sábado los familiares de los rehenes le hubieran pedido a esa guerrilla comunista aplazar la entrega al menos para el 30 de marzo, por razones logísticas.

De acuerdo con el nuevo cronograma del operativo para recibir a los secuestrados, su liberación se cumplirá en dos etapas: la primera el 2 de abril y la segunda el 4 de abril, explicó a la prensa la ex senadora Piedad Córdoba, presidenta del colectivo Colombianos y Colombianas por la paz (CCP) que es la que media en la liberación de los uniformados.

Una fuente de la CCP dijo a la AFP que ante el nuevo cronograma para la entrega de los uniformados, el domingo en la tarde se cumplirá una nueva reunión con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), responsable del dispositivo, para definir los detalles del operativo.

Sin embargo, Córdoba avanzó en declaraciones a medios de prensa que “estaríamos viajando a Brasil el 31 de marzo para traer los helicópteros a Colombia” que van a participar en la operación.

De acuerdo con lo previsto inicialmente, los helicópteros brasileños deben llegar a la ciudad de Villavicencio (unos 110 km al sur de Bogotá), que sería la plataforma de partida para ir a buscar a los rehenes.

Las FARC, como en las dos ocasiones anteriores, aceptaron que Brasil sea el país “neutral” que facilite los la tripulaciones y los helicópteros -bajo el emblema del CICR- para ir a recoger a los seis agentes de la policía y cuatro militares, en un sitio que aún no han revelado los guerrilleros.

Inicialmente las FARC habían fijado para el 26 de marzo el inicio de la liberación, pero esa fecha fue considerada prematura por motivos logísticos por el CICR y los gobiernos de Colombia y Brasil.

Las FARC, la guerrilla más antigua de Colombia con 47 años de sangrienta lucha contra el Estado, asegura que los seis agentes de la policía y cuatro militares son los últimos rehenes militares que tienen.