El canciller peruano, Rafael Roncagliolo, pidió este jueves a sus conciudadanos confiar en la fuerza de los argumentos que sustentan la demanda de su país contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, sobre la delimitación de la frontera marítima.

“Confíen en la fuerza de nuestros argumentos, el Perú tiene una posición muy sólida, y tiene un equipo de trabajo a cargo del tema del proceso de La Haya, nacional e internacional, de primerísima calidad”, dijo a periodistas el canciller tras reunirse en sesión privada con comisiones de Defensas y Relaciones Exteriores del Congreso.

Informó que la etapa oral se realizará entre el 3 y 14 de diciembre, en una presentación oral ante la Corte de La Haya, en la cual expresan alternadamente sus posiciones ambas partes, comenzando por Perú.

“Después la Corte se reúne a deliberar y emite su sentencia, uno puede estimar que seguramente, probablemente, la sentencia estará dentro del primer semestre del próximo año, pero estas son especulaciones”, agregó.

El canciller explicó que en la etapa oral se darán a conocer todos los documentos que hasta ahora son secretos, como la memoria peruana, el planteamiento de Chile, la dúplica y réplica respectiva.

Roncagliolo sostuvo que la Corte Internacional de Justicia de La Haya tiene que buscar la paz y que “actúan siempre dentro del derecho, pero frecuentemente buscan soluciones intermedias, y le dan la razón a un país en una parte y a otro país en otra parte”.

Horas antes, la cancillería peruana en un comunicado señaló que “Perú reitera su confianza en los argumentos que sustentan su demanda ante la Corte Internacional de Justicia”.

“La solución pacífica de esta controversia contribuirá al objetivo de la política exterior del Perú de consolidar América del Sur como una zona de paz e integración”, añadió la cancillería.

Perú demandó a Chile ante La Haya en 2008 reclamando 67.000 km2 sobre una zona de 90.000 km2 de mar territorial en su frontera, alegando entre otras razones la inexistencia de un tratado de límites y que “por consecuente la Corte debe proceder a la delimitación conforme a la costumbre internacional”.

El diferendo entre los dos países está vinculado a dos tratados de 1952 y de 1954 sobre las zonas de pesca, y que establece una “presencia marítima” de Chile, pero no una soberanía definitiva según Perú.