Las tropas sirias siguieron bombardeando el martes la ciudad rebelde de Homs (centro), tras disparar por la noche contra manifestantes en Damasco, según fuentes opositoras, mientras la Cruz Roja negociaba para enviar ayuda humanitaria.

Al menos 27 personas murieron el martes en Siria, 16 de ellas en los bombardeos del barrio Bab Amr de la ciudad de Homs, atacada por el ejército por decimoctavo día consecutivo, indicó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres.

Los barrios de Jaldiyé y Karm el Zaitun también han sufrido ataques aéreos el martes, añadió esta fuente.

“No tenemos electricidad ni fueloil. La gente tiene mucho miedo de que inicien el asalto. La situación es peor de lo que se puedan llegar a imaginar. No queda ni harina”, dijo a la AFP Omar Shaker, un militante opositor que se encontraba en la zona de los hechos.

Por ahora, “bombardean sin atreverse a entrar en el laberinto de callejuelas de Baba Amr”, agregó.

Por otra parte, un convoy de 56 vehículos blindados y de transporte de tropas fue visto en la carretera entre Damasco y Homs, cerca de un pueblo de Qara, dirigiéndose hacia Homs, según el OSDH, lo que hace temer un asalto final en breve.

En la provincia de Idleb (noroeste), un conductor de autobús perdió la vida y cinco civiles que viajaban a bordo resultaron heridos por disparos durante un asalto contra la localidad de Tarnabé, según la misma fuente.

En Damasco, donde las fuerzas del régimen dispararon en la noche del lunes para dispersar a manifestantes, la oposición volvió a llamar a manifestarse en las inmediaciones del Parlamento.

Organizaciones y movimientos laicos habían llamado a manifestarse el martes frente al Parlamento de Damasco para protestar contra una referencia al islam en el proyecto de Constitución que será sometido a referéndum el próximo domingo 26 de febrero.

Las autoridades y los opositores se culpaban el martes mutuamente del asesinato el lunes de un empresario en Alepo. Según la agencia oficial Sana, Mahmud Ramadan, de 43 años, que dirigía una empresa hotelera, fue abatido por “grupos armados” delante de su casa.

Pero la oposición acusa al régimen de estar detrás de la iniciativa de este asesinato, porque es hermano de Ahmad Ramadan, miembro de la oficina ejecutiva del opositor Consejo Nacional Sirio (CNS).

El CNS, considerado la principal instancia de la oposición, anunció el lunes que participará el viernes en la conferencia internacional sobre la crisis en Siria que se celebrará en Túnez.

En cambio, Rusia afirmó el martes que no participará en esta conferencia.

“Invitaron a Túnez a grupos separados de la oposición, mientras que los representantes del gobierno sirio no fueron invitados”, declaró el portavoz de la cancillería rusa, Alexander Lukashevich, citado en un comunicado.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) había afirmado el lunes estar negociando con las autoridades sirias “una suspensión de las hostilidades” para llevar ayuda humanitaria.

El CICR estudia la forma de llevar ayuda a la población, incluida “la suspensión de las hostilidades en las zonas más afectadas para facilitar el acceso de la Media Luna Roja Siria y del CICR a las poblaciones necesitadas”, declaró un portavoz, Bijan Farnudi.