Los cofres de los bancos de la zona euro están a rebosar, alimentados por los gigantescos préstamos del Banco Central Europeo (BCE), pero las entidades esperan al nuevo año para utilizar esos fondos y entre tanto los depositan en la propia institución de Fráncfort.

Entre el martes y el miércoles, los bancos depositaron 452.000 millones de euros (unos 591.000 millones de dólares) en la institución de Fráncfort, una cifra récord.

Entre el lunes y el martes, las entidades de la zona euro ya habían depositado en el BCE 411.810 millones de euros (538.400 millones de dólares).

Estas cifras récord muestran la desconfianza reinante ante la coyuntura económica: los bancos con exceso de liquidez prefieren dejar el dinero en el BCE, que sólo ofrece una tasa de remuneración de 0,25%, en lugar de prestarlo a otros establecimientos financieros.

El pasado miércoles, el BCE lanzó una operación inédita de créditos ilimitados y tipo fijo a tres años para tratar de proteger al sector bancario de la zona euro, en dificultades por la crisis de la deuda, de una escasez de liquidez. Y evitar, a su vez, una escasez del crédito a las empresas y hogares, lo que perjudica al crecimiento y a las inversiones.

Más de medio millar de bancos de la zona euro respondieron a esta oferta, por un monto total de 489.191 millones de euros. Los expertos esperan que ese dinero les sirva a los bancos para reembolsar sus propios créditos y alimenten así el mercado interbancario, y también a que les permita comprar obligaciones del Estado en la zona euro. Aunque esto no se producirá de inmediato.

“Los bancos no se iban a abalanzar sobre la deuda bancaria o pública al día siguiente de esta operación”, resumió Cyril Regnat, de Natixis, que estimó que “ver cómo aumentan los depósitos en el BCE de manera importante es todo salvo sorprendente”.

El director de gestión de tasas de Swiss Life Gestión Privada, Laurent Geronimi, recordó también que a finales de año, los operadores están de vacaciones y los bancos “tratan de exponer los balances con menos riesgo posible”.

Los expertos prevén que estos depósitos masivos continúen hasta que finalice 2011 y que esperarán al inicio del próximo año para comenzar a prestar el dinero. Una parte, no obstante, seguirá reservándose, pese a que no sea beneficioso para los bancos, que toman prestando del BCE a una tasa del 1% y lo depositan en la institución de Fráncfort con un rendimiento del sólo 0,25%.

Los bancos deben hacer frente a reembolsos importantes en el primer trimestre de 2012 (230.000 millones, según el BCE) y el dinero prestado deberá servir en gran parte a saldar sus deudas.

“La liquidez sobrante servirá para prestar al sector privado y público, aunque es difícil saber en qué proporción”, según Luca Cazzulani, director adjunto de la división estratégica de UniCredit.

Estos expertos señalan ya, no obstante, un dato positivo: el tipo de interés interbancario (Euribor) retrocede.

“Hay efectivamente tensiones en el mercado interbancario, pero éstas se reducen, tal como se desprende de la reducción de la prima de riesgo”, constató Cyril Regnat, para quien “la situación es netamente menos grave que cuando (la quiebra de) Lehman Brothers”.

Regnat lo atribuye a que el BCE lanzó en julio de 2009 una primera operación de crédito a largo plazo (un año). El BCE “demostró que está ahí para montos infinitos. Sin ese dispositivo, estaríamos en una situación mucho más dramática”.