El presidente Fernando Lugo dijo este jueves que no existe un punto de reconciliación con su vicepresidente, Federico Franco del partido Liberal (de derecha), con el que mantiene distancia desde que asumió en 2008 y al que acusó de ser opositor a su gobierno.

“No creo que podamos reconciliarnos, porque somos muy diferentes”, señaló el jefe de Estado en rueda de prensa con periodistas acreditados en el palacio de Gobierno.

“(Franco) llegó a la vicepresidencia gracias a mi. El pueblo votó a Lugo, no a Franco”, dijo en tono seco y firme el gobernante, preguntado sobre las diferencias entre ambos, exteriorizadas periódicamente a través de la prensa.

Lugo contestó de esa forma a Franco, quien lo calificó de “traidor” días atrás, por haber designado al frente de la hidroeléctrica Itaipú (que Paraguay comparte con Brasil) a Efraín Henriquez Gamón, de 80 años, un antiguo militante del partido Colorado opositor.

El mandatario también catapultó esta semana a Díaz Verón, otro colorado, como titular de la codiciada Fiscalía General del Estado.

Los liberales lo presionaron para que miembros del partido asuman dichos cargos y ahora aguardan que Lugo designe a uno de ellos al frente de la represa hidroeléctrica Yacyretá, condómino con Argentina.

El partido Liberal fue el “buque insignia” de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC) que venció al partido Colorado en las elecciones presidenciales de 2008.

De familia colorada, Lugo fue entronizado al frente de la Alianza en el 2008, con la aureola de obispo de la Iglesia Católica.

Las escaramuzas con Franco se encuadran en los prolegómenos de la campaña electoral interna con miras a las elecciones presidenciales del 2013, coincidieron en señalar analistas políticos.

Franco es pre-candidato a presidente y Lugo desea pugnar por un lugar como senador activo, si bien la constitución establece que solamente puede ser senador vitalicio, con voz pero sin voto.