La explosión de una mina al paso de un autobús que regresaba de una boda en el oeste de Afganistán mató a 16 personas, entre ellas 11 niños, anunciaron las autoridades locales.

Las minas artesanales disimuladas en las rutas son una de las armas predilectas de los rebeldes talibanes. El drama se produjo en la provincia de Herat.

La zona donde se produjo el atentado “está afectada por los combates y allí actúan los talibanes, pensamos que ellos son los responsables de la muerte de estos civiles”, declaró a la AFP Noor Khan Neikzad, jefe de la policía de Herat.

El ataque no fue reivindicado.