La Eurozona afinó este lunes su ofensiva en su lucha contra la crisis de la deuda, con un plan que prevé fortalecer el fondo de rescate europeo y medidas para reforzar la disciplina fiscal comunitaria, pero postergó los debates sobre la ayuda prometida a Grecia.

Bajo una fuerte presión con el FMI, Estados Unidos y China a la cabeza, dirigentes europeos anunciaron que están barajando “la posibilidad de dar al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FESF) atribuciones suplementarias para concederle más fortaleza”.

Esta es “una combinación de una crisis de deuda soberana y una crisis del sistema bancario. No se puede resolver una sin la otra”, afirmó el comisario europeo de Asuntos Económicos Olli Rehn, al explicar la medida al periódico alemán Die Welt.

De esa manera, el FESF podrá asumir el riesgo de ofrecer créditos a países como España o Italia y comprar deuda en los mercados secundarios, relevando el papel del Banco Central Europeo (BCE).

“El aumento de la dotación es parte de los debates”, señaló en una rueda de prensa el portavoz de la Comisión Europea, Amadeu Altafaj.

Pero el fortalecimiento del FESF, creado a principios de 2010 para ayudar a los países de la zona euro en dificultad, necesita del aval de los parlamentos y gobiernos de los 17 países de la Eurozona tras ser acordado en la cumbre europea del 21 de julio,

Hasta ahora sólo lo han hecho ocho: Francia, Bélgica, Luxemburgo, Italia, España, Portugal, Grecia e Irlanda.

Este semana le toca el turno a Alemania, primera economía economía europea y mayor contribuyente para los planes de ayuda europea, además de Finlandia y Eslovenia.

Las principales bolsas europeas repuntaron en la mañana del lunes, tras haber abierto en fuerte baja. “Una vez más, la crisis de la deuda va a concentrar toda la atención”, advirtió un analista parisino que solicitó el anonimato.

Al final, todas las bolsas se recuperaron, aunque vivieron una jornada muy volátil, a la espera de anuncios políticos sobre la crisis de la deuda y la posible recapitalización de los bancos.

Fráncfort ganó al cierre 2,87%, igual que París (1,75%), Londres (0,45%), Madrid (2,56%) y Milán (3,32%).

Ahora, se abre semana “clave” para el futuro de Europa y la Eurozona, dijo este lunes la Unión Europea, al admitir que las dificultades persisten en Grecia por lo que aún no hay una fecha precisa para el retorno de la misión de expertos que realizaban una auditoría en el país.

Y justamente de la evaluación de la troika compuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Central Europeo (BCE) y Comisión Europea, depende la entrega de 8.000 millones de euros correspondientes al último tramo de la ayuda de 110.000 millones aprobada en 2010.

“No tenemos ninguna fecha que anunciar”, señaló en una rueda de prensa el portavoz de la Comisión Europea, Amadeu Altafaj.

La misión internacional evaluaba los resultados del plan de reformas que emprendió Atenas. Pero la troika anunció que suspendía su misión argumentando retrasos de Grecia para cumplir con las medidas de austeridad prometidas.

Grecia necesita además que se apruebe cuanto antes el segundo paquete de ayuda por 160.000 millones de euros, aprobado en la cumbre europea de julio.

“Tenemos en cuenta las necesidades financieras de Grecia pero también los compromisos que tiene que cumplir antes del próximo desembolso”, dijo Altafaj.

Grecia prometió reducir su déficit presupuestario “sea cual sea el costo político”, según aseguró el domingo el ministro de Finanzas griego Evangelos Venizelos.

El sector público griego anunció una huelga para el 5 de octubre, y una huelga general fue convocada en todos los sectores para el 19 de octubre, según anunciaron el miércoles los sindicatos, en un contexto cada vez más dramático de recesión (PIB de -5% previsto en 2011) y desempleo (16% en el segundo semestre).