Una situación no muy grata se llevó Roció Medina, una estudiante de kinesiología quien el sábado visitaba el cementerio municipal de la ciudad de Mulchén cuando pudo observar como aún se encontraban escombros y nichos de algunas tumbas producto del terremoto del 27 de febrero del año pasado.

Sin embargo, la sorpresa fue mayor cuando entre ellos pudo divisar claros restos humanos que sobresalían y que, producto de sus conocimientos en la materia, pudo distinguir que partes del cuerpo eran.

Según lo expresado por la joven, la situación claramente le provocó cierto pudor y descontento, pues a más de un año y medio del terremoto encontró increíble que partes del camposanto estuviese en ese estado.

Asimismo, manifestó que al estar los cuerpos expuestos de esa manera, se pueden prestar incluso para robos.

La Joven manifestó su repudio por lo que vio e hizo un llamado para que algo así nunca más suceda y que de una vez por todas se limpien y ordenen todos los escombros, que a más de un año del terremoto aun están en el cementerio municipal de Mulchén.