El presidente mexicano, Felipe Calderón, prometió este miércoles en una reunión con líderes de la comunidad de inmigrantes en Los Ángeles que “limpiará la casa” del flagelo del narcotráfico, responsable de miles de muertes en su país.

“Estamos decididos a limpiar nuestra casa”, afirmó ante unas 1.500 personas que lo ovacionaron en el Centro de Convenciones de Los Ángeles.

“De los 37 criminales que estaban en la lista de los más buscados”, dijo el presidente, “21 están tachados de la lista”, sea porque están presos, murieron en el arresto o fueron muertos por otros grupos narcotraficantes.

La reunión con la comunidad mexicana en Los Ángeles, a la que el presidente asistió con su esposa Margarita Zavala y el secretario de Salud Salomón Chertorivski, tenía el objetivo de informar a los inmigrantes los avances del gobierno mexicano en materia de salud, educación y lucha contra el narcotráfico.

Pero fueron las palabras relativas a la cruenta lucha contra el narcotráfico las que se llevaron el aplauso del público.

La ola de violencia ligada al tráfico de drogas ha dejado en México más de 41.000 muertos desde diciembre de 2006, cuando Calderón lanzó un operativo antidrogas con más de 50.000 militares.

“Lo que ha pasado en nuestro país es que organizaciones criminales, que antes nada más se dedicaban a pasar droga para acá” a Estados Unidos, “empezaron a distribuir, o empezar a vender su mercancía, su droga, en muchas ciudades del país”, dijo el presidente, adjudicando el cambio de estategia de los cárteles a una mejoría de los ingresos de los mexicanos.

Luego el narcotráfico “empezó a crecer como un cáncer, una plaga que estamos decididos a exterminar”, afirmó.

Calderón reconoció la corrupción de la policía y pidió a los ciudadanos que se involucren exigiendo a sus líderes que implementen las medidas para “barrer las escaleras de arriba para abajo”.

“¡Que no te tiemble la mano!”, interrumpió uno de los asistentes. “¡Acábalos!”.

“No me tiembla”, aseguró Calderón, quien al término de su discurso de una hora aceptó responder preguntas directas del público.

“Abogamos porque pare la violencia en México”, dijo Lawrence Leyva, representante de una federación del estado de Guerrero que da ayuda legal a los inmigrantes, a la AFP. “Esto nos hace quedar mal (…) Ahora nos ven como malos, feos, violentos, y nosotros no somos eso”.

Entretanto, Enedino Aguirre, del Comité Mexicano Cívico Patriótico que organiza fiestas oficiales, consideró que Calderón todo lo que hizo fue “alborotar el hormiguero” al declarar una guerra contra las drogas.

Horas antes, en Nueva York, Calderón había pedido en la ONU mayor compromiso de los países con gran consumo de drogas.

“Debemos tener conciencia de que el crimen organizado está matando más gente y más jóvenes que todos los regímenes dictatoriales juntos”, dijo en su discurso en la 66ª Asamblea General de la ONU en Nueva York.