Un ambiente festivo se apoderó el jueves de la mayoría de ciudades de México, que celebra el 201 aniversario de la independencia en medio de medidas de seguridad, mientras el crimen organizado se hizo presente con al menos 7 muertos en Monterrey, tercera ciudad del país.

Estos siete asesinatos, entre ellos los de tres policías de tránsito, elevaron a 24 los cometidos desde el miércoles en la zona metropolitana de Monterrey (4 millones de habitantes), donde se desplegaron “1.396 elementos del Ejército y policías federales y estatales”, según el portavoz de seguridad del estado de Nuevo León, Jorge Domené.

Además de Nuevo León, las medidas de seguridad se extremaron en al menos 10 de las 32 entidades (31 estados y el distrito capital) que conforman México, con un despliegue de más de 31.000 policías, más un número no especificado de militares.

El secretario de Gobernación, Francisco Blake, explicó a la prensa que se han hecho “recomendaciones básicas, como el número de personas que vigilarán las plazas, los anillos que son necesarios para tener control de cualquier situación, los sistemas de protección civil (y) los sistemas de seguridad”.

En contraste, el ambiente era festivo en las calles de las principales ciudades, con multitudinarias fiestas para recrear el ‘Grito de Independencia’ de 1810, cuando el sacerdote Miguel Hidalgo tocó las campanas de la iglesia de Dolores (centro) para llamar a la insurgencia contra España.

En Ciudad de México y pese a la lluvia, unas 30.000 personas se congregaban cerca de la media noche del jueves en el Zócalo capitalino para los clásicos conciertos musicales anuales, juegos pirotécnicos y el grito presidencial, constató la AFP.

Las últimas celebraciones por la independencia en México, azotado por una ola de violencia ligada al narcotráfico que ha dejado más de 41.000 muertos desde diciembre de 2006, se vieron ensombrecidas en 2008 por un atentado con granada que dejó ocho muertos en Morelia (oeste), capital de Michoacán.

Este jueves, autoridades y ciudadanos rindieron un homenaje a las ocho víctimas mortales de este ataque, que es atribuido al cartel de La Familia.

En Morelia y otras localidades de Michoacán, como Uruapan y Zitácuaro, la policía reforzó su despliegue por temor a ataques de esa organización militar o del grupo escindido Los Caballeros Templarios.

En Jalisco (oeste), vecino de Michoacán, el fiscal estatal, Tomás Coronado, informó el jueves que se habían producido “eventos violentos en restaurantes” y que uno de ellos incluso fue incendiado, aunque no dio más detalles.

Monterrey mantuvo la celebración, pero canceló por primera vez el espectáculo de vistosos juegos artificiales que tiene lugar todos los años hacia la medianoche, en señal de luto por la muerte, el 25 de agosto, de 52 personas en un incendio desatado por presuntos narcotraficantes en el Casino Royale.

En el estado de Veracruz (este) al menos cuatro localidades cancelaron las concentraciones masivas y en la capital, Xalapa, se reforzó la seguridad. En esa región grupos de Los Zetas procedentes del vecino estado de Tamaulipas (noreste) han multiplicado sus ataques este año.

En el puerto de Acapulco (sur), policías y agentes de civil fueron destacados en las zonas más concurridas por los turistas que pasan allí el prolongado feriado.