Los vibradores fueron el tema dominante en el Festival de Cine de Toronto tras el estreno el jueves de “Hysteria”, protagonizada por Maggie Gyllenhaal, sobre la invención de ese dispositivo.

Esta comedia romántica de la directora estadounidense Tanya Wexler narra la verdadera historia de cómo dos médicos de Londres, interpretados por Hugh Dancy y Jonathan Pryce, ayudados por un amigo fascinado por los aparatos (Rupert Everett), llegaron a inventar el vibrador eléctrico al tratar a mujeres que al parecer sufrían de histeria en los años 1880.

Físicamente agotados por los masajes pélvicos que daban a las mujeres para aliviarlas de sus dolores abdominales, inventaron un aparato motorizado con el prototipo de un plumero giratorio para acelerar el clímax.

Sin quererlo, el resultado contribuyó también a la independencia sexual de las mujeres.

Wexler dijo en rueda de prensa que durante el rodaje, la mayoría de las mujeres en el elenco y el equipo tenían su propia historia sobre vibradores. “Fue extraño que todas dijeran haber sido tímidas su primera vez”, contó la cineasta.

Inicialmente vendido como un dispositivo médico o un electrodoméstico, en tiendas como Sears o a través de revistas como “Good Housekeeping”, el vibrador se convertiría luego en un “juguete sexual”, con nombres como la “Varita Mágica Hitachi” o “Conejo”, y disponible en tiendas de sexo para adultos.

“Ahora es más común”, dijo Wexler. “Aún así, burlarse del vibrador es mucho más subversivo que la pornografía en internet”.

Durante el rodaje, Wexler dijo que le dio a todos en el set un vibrador. Claro que eso le provocó un poco de vergüenza al guardia de seguridad en un puesto de control de equipaje del aeropuerto Heathrow.

“El oficial dijo, ‘Usted tiene 20 o 30 pequeños dispositivos electrónicos en su equipaje’, y le dije, ‘Sí, son vibradores’, y el tipo sólo dijo, ‘Adelante’”, recordó la cineasta.

Gyllenhaal contó que al final del rodaje estaba llena de vibradores que sus amigos le habían regalado.

Según Dancy, lo que generó más risas en la película fue “el hecho de que los médicos (en 1880) diagnosticaban en serio una enfermedad no existente (la histeria) y hacían lo que hacían sin ninguna preocupación y sin ver nada sexual en eso”.

“Es asombroso”, dijo.

La película recuerda que los médicos continuaron diagnosticando mujeres con histeria o exceso emocional difícil de manejar hasta 1952, cuando la enfermedad fue retirada de los textos médicos.